miércoles, 16 de septiembre de 2009

Qué aguante tiene la ministra

En esta entrada vuelvo a dar mandanga al gobierno, pero me limito al I+D. No entro en si la subida de impuestos es adecuada o no. Tampoco entro en si otros lo harían mejor en política científica (y otros estuvieron que no muy brillantemente lo hicieron). Hablo de los que son.

Dicen que ZP se queda solo. No será para tanto, pero la verdad es que méritos ha hecho (al menos, de cara al público). A la que hay que dar la enhorabuena por su aguante es a la Ministra de Ciencia y Tecnología, que sí debería tener motivos para marcharse. No sólo el gobierno español ha ignorado las políticas de USA y muchos países europeos, que en la crisis han apostado fuerte por la innovación, sino que en los recortes presupuestarios los mejores hachazos se los ha llevado el MICINN (véase abajo).

Qué hermosura de recortes en un ministerio con numerosos problemas de gestión. Pues agarrémonos, que llega otra vez ZP con la tijera, y ahora dicen que al MICINN le toca como un tercio de recorte. Sí señor, el gobierno que tanto presume (con razón, oiga; de la gestión ya no hablamos) de haber duplicado el presupuesto de I+D, pisa el acelerador... con la marcha atrás puesta. Se creen los burócratas que esto se puede hacer con la I+D, cuando haya más dinero, inyectamos y como antes. Pues no es así. Proyectos de investigación enteros pueden verse destruidos, grupos deshechos. Los investigadores funcionarios pueden decidir que ya está bien de fastidiarse, y dedicarse a disfrutar de su plaza fija, mientras que los contratados pueden decidir que mejor en otro sitio donde se les valore, y volver a la fuga de cerebros. Podemos generar una "generación perdida", al desaparecer programas de contratación de pre y postdoctorales y eliminarse dinero de contratación de personal en los proyectos de investigación. Esto no es un ataque de paranoia que me haya dado por exceso de redacción de proyectos (despise the paperwork), al parecer, si tal recorte ocurre, las convocatorias de proyectos de investigación y de recursos humanos para I+D pueden quedar muy tocadas, incluso desaparecer (bueno, la convocatoria postdoc de Educación —¿qué coño hace el ME gestionando una convocatoria que ni le va ni le viene?— ya está prácticamente difunta).

ZP nos ha traicionado. También ha sido mala suerte, o igual ha sido mala gestión de verdad. Eso sí, estoy seguro que cualquier otro habría hecho lo mismo si le hubiese tocado la crisis. Es el problema español con el I+D, todos se apuntan, pero en el fondo es algo totalmente prescindible. Probad a leer los planes de I+D de las CC.AA. Muchas de ellas no son más que la diarrea mental de burócratas que poco saben de lo que es la I+D y que no parecen haber ido más allá de los límites de la provincia en la que les tocó la plaza. Se repite una y otra vez la frasecita que ha dicho el responsable de turno, bien sea que hay que potenciar las nuevas tecnologías (porque son nuevas, oiga), o conectar la universidad con la empresa (no se sabe de qué modo, pero tienen que conectar), o cualquier cosa que suene bien, aunque no se tenga ni idea de si es lógica o viable. Los problemas estructurales (organización y gestión de los centros, redes cuasi-mafiosas en el sistema público, subvenciones birladas en el privado, etc.), mejor no tocarlos, no sea que se revuelva el personal, y, además, eso molestaría a muchos que están dentro del gobierno local/autonómico/central, con amigos o un pasado en ese sistema de I+D que medio funciona gracias a los desvelos de muchos y a pesar de las maquinaciones y mala gestión de unos pocos.

Pero la idea central es que la I+D es prescindible. No es una prioridad, nunca lo ha sido para los que realmente podían hacer cambios. Y ahora que el globo pierde altura, es lo que se tira como lastre. Desgraciadamente, lo que se está tirando son los tanques de propano, con lo cual lo vamos a tener crudo cuando queramos volver a elevarnos. Es posible que esta idea no quite el sueño a los burócratas. Total, siempre se pueden comprar otros tanques, ¿verdad?

Vayamos pensando en subirnos a otros globos, compañeros.