domingo, 23 de noviembre de 2008

Calidad y exigencia en los congresos científicos

Vuelvo de un congreso en Utrecht (Países Bajos). Un poco decepcionado por las comunicaciones presentadas como pósters. Si bien es cierto que suele haber buen nivel, sí que es verdad que, en muchos casos, la calidad es muy deficiente.

Conclusiones que no se desprenden de los resultados, falta de controles adecuados, experimentos ya realizados, con conclusiones ya conocidas, trabajos financiados por empresas y que sospechosamente concluyen el buen funcionamiento de sus productos, etc. ¿Quién diría que una correlación con r menor de 0,5 (Pearson) es un buen resultado, por muy significativo que sea? Pues eso lo vi en un póster, con la conclusión de que, apoyándose únicamente en tal correlación, un nuevo aparato era tan efectivo como la metodología estándar.

El problema es que este congreso utiliza un sistema de peer review para revisar los abstracts, y que estos acaban publicados en una revista internacional indexada en el SCI (más Pubmed, etc.). Aunque no fuese así, como científicos, deberíamos tener más exigencia en la selección de los trabajos que van a congresos. Sin contar con el abandono total que sufren algunos pósters. Los "responsables" los cuelgan y se van a hacer turismo (o los cuelgan colegas que les han hecho el favor de llevarlos).

En muchos congresos se penaliza a los participantes que no llevan su trabajo al congreso (generalmente, no se admiten trabajos de ese grupo en las siguientes dos convocatorias). Yo no sólo estoy completamente de acuerdo con esta medida, sino que sería más estricto con las presentaciones. Si uno quiere darse una vuelta para ver otros pósters, siempre puede dejar un aviso al lado del póster, dejar sobres para sugerencias, preguntas, tarjetas, etc.

Necesitamos más calidad y más exigencia en los congresos. Por mi parte, a menudo me llegan peticiones para revisar artículos enviados a revistas, y algún proyecto de cuando en cuando. Tomo nota de los "descuidados" (son recurrentes), y, hasta que no vea más calidad, doy menos importancia a las contribuciones a ciertos congresos. Se siente.

Cambiando ligeramente de tema, he asistido también al análisis de la situación de una revista. Resulta que el índice de impacto ha bajado en los dos últimos años, y se atribuye al aumento de artículos sin una correspondiente subida de citas. La conclusión del comité editorial es que los usuarios de la revista deberían citar más... no estoy de acuerdo. De nuevo, tal vez se debería aumentar la exigencia. Conozco la revista, y he de decir que hay artículos que escapan a la mera consideración de ser "flojos": son directamente nefastos, con fallos graves en el diseño experimental y, principalmente, en el tratamiento estadístico (ya hablaré del "missuse" de las correlaciones para comparar métodos).

Pero realmente me preocupa que se tomen decisiones fijándose en el índice de impacto. La calidad y prestigio de una revista son cuestiones multidimensionales, y no las podemos reducir a un solo número. No digo que no se use el índice de impacto, y muchos de los que lo critican no lo hacen porque estén preocupados por la calidad o la fiabilidad de las evaluaciones (ejem). Lo fundamental es buscar la calidad. Si eso se consigue, el índice de impacto lo seguirá, pero no al revés.

viernes, 14 de noviembre de 2008

No más becas, no más precariedad, no más indignidad

He descubierto con gran satisfacción que desde Comisiones Obreras se ha lanzado el blog Apadrina Un Becario. Los jóvenes investigadores (y no tan jóvenes) no estamos solos en nuestra lucha contra lo más precario del mercado laboral español: las becas para titulados. E incluso hay gente que trabaja gratis, con la falsa promesa de la formación y un trabajo "de verdad" cuando acaben sus "prácticas".

Mi enhorabuena por la iniciativa. No debe haber medias tintas aquí. Las becas para realizar una actividad productiva, aunque se disfrace de prácticas o formación, deben ser declaradas ilegales. Pagar con becas (o no pagar) es un insulto a nuestra dignidad como trabajadores, un escupitajo a todos aquellos que durante siglos han luchado por cuestiones tan básicas como: tener Seguridad Social, jubilación, permisos de maternidad y paternidad, fines de semana y festivos libres, vacaciones pagadas, reconocimiento de la vida laboral...

A todo aquel que sugiere que las becas son aceptables, porque, si no, no habría manera de formarse, o de entrar al mundo laboral, o que consituyen una experiencia positiva de lo que es "la vida" les pregunto: ¿en tan poco consideras lo que haces que aceptas que te paguen poco, no te reconozcan como trabajador, te priven de derechos fundamentales, no te reconozcan ningún derecho? A las universidades y otros centros, que no sólo no luchan contra ellas, sino que incluso promocionan, anuncian u ofertan becas les digo: ¿es que tan mal formáis o en tan poca estima tenéis a vuestros titulados que los entregáis como mano laboral barata y sin derechos? Y al gobierno central, regionales y locales, e incluso a la mayoría de los sindicatos, habría que pedirles cuentas de su pasotismo.

Y sin olvidarnos de las empresas. Leo en El Mundo estadísticas escalofriantes: 200000 becarios, con 300 €/mes de media, y uno de cada cuatro no se queda en la empresa en la que estuvo de becario (y me parece poco). Bajo el cuento de la formación, las empresas (y administraciones públicas) se ahorran mucho dinero. Pero si quieren formar, ¿por qué no usar contratos de formación (para titulados medios) o en prácticas (para titulados superiores)? Ya está todo inventado, esos contratos dan amplios beneficios al contratador, y permiten unos períodos de inicio en los que adquirir esa formación, mientras que se reconocen sus derechos al trabajador. En la gran mayoría de los casos se podrían hacer contratos "normales" desde el principio: la empresa debe arriesgarse a que la gente rinda menos al principio, pero a largo plazo llegan los beneficios de una mejor racionalidad en la gestión de recursos humanos, una mejor relación empleador-empleado, y más rendimiento e innovación. Pero en España las empresas son así: por eso, ONO pide becarios mientras realiza regulaciones de empleo.

Lo dicho: becas para titulados, ilegales desde ya; becas para estudiantes, vigilancia para evitar que se conviertan en trabajos encubiertos. Si no, estamos fomentando un tipo de economía sumergida que se aprovecha en el trabajo de cientos de miles de jóvenes, un auténtico fraude a la Seguridad Social y un atentado contra el Estatuto de los Trabajadores.

Os dejo con este estupendo vídeo de apadrinaunbecario.org:

miércoles, 12 de noviembre de 2008

¿Qué necesitamos para movilizarnos?

Para los no informados, nuestro flamante MICINN lleva un considerable retraso en la resolución de múltiples convocatorias. Lo peor es que mucha gente depende de ellas para cobrar un sueldo, y su futuro a medio plazo en la investigación peligra. Por ejemplo, la convocatoria de postdoctorales, tras meses en el limbo, nos enteramos de que su resolución depende de la firma de una persona (me entero de que el responsable es D. Marius Rubiralta i Alcañiz Secretario de Estado de Universidades). Tras mucha indignación e intentar que los 1055 afectados se movilicen, leo en la lista postdoc de la FJI este mensaje:
Yo sinceramente creo que, de nuevo, no pasará nada. Son 1055 solicitudes y 3 personas dispuestas a hacer algo, y eso con el intolerable chuleo del Ministerio que, sinceramente, no sé qué puede hacer más. La situación es simplemente denigrante y, sin emgargo, en el post en el que se ha hecho la movilización, a pesar de las 350 lecturas que lleva sólo 3 personas se han apuntado.
¿Somos los investigadores tan pasotas? Por mi experiencia, no. Creo que lo que nos falta es conciencia de que se pueden hacer muchas cosas arrimando el hombro. No es cuestión de que investigar lleva mucho tiempo, y que no sobra para hacer otras cosas, sino de pensar en que hay que dedicar un rato al día a pensar en grande (como cerrar Guantánamo). La situación de la I+D (se puede extender a casi cualquier país) no es para tirar cohetes, y en España en concreto la gestión deja mucho que desear.

Mi recomendación para los postdocs pendientes de esta resolución: no vale la pena tener paciencia con el ministerio, porque os la volverá a montar. Esto no va como una crítica general para los funcionarios del MICINN, en su mayoría gente comprometida y que sufre la falta de personal y las políticas cambiantes que les vienen de arriba.

Y pensad que esta no es LA CONVOCATORIA. Es una de muchas. Además, no os olvidéis de intentar buscar trabajo en el extranjero. Sí, buscar trabajo. Muchos compañeros míos simplemente contactaron, mandaron sus CV, y allí están, trabajando como postdoc en grupos de investigación prestigiosos, con financiación asegurada durante más tiempo que lo que paga el MICINN y a salvo de sus caprichos burocráticos.

miércoles, 5 de noviembre de 2008

LCyT: comentarios sobre las Jornadas (2)

El tercer bloque de las Jornadas trató sobre la I+D en las empresas. En este caso, no tengo mucho que comentar a las charlas. No porque no fuesen interesantes, sino porque creo que buena parte de lo que se dijo estaba ya condensado en el blog, y porque todo giró en torno a los mismos puntos fundamentales. Aún no he visto las charlas del cuarto bloque, pero teniendo en cuenta su temática (transferencia de conocimiento y colaboración público-privada), volveré sobre este mismo tema casi seguro.

Buena parte del fundamento de esta ley reside en la necesidad de estimular la I+D privada y de establecer puentes entre lo público y lo privado. Esta es una apuesta importante e imprescindible, aunque en algunos aspectos la nueva ley pueda parecer demasiado "entusiasta" (creo que ha sido sólo una primera impresión, y tras las charlas va quedando en algo más moderado).

En resumidas cuentas, parece que se pretende que la ley favorezca un entorno favorable a las empresas que se atrevan con la I+D. Más incentivos, menos trabas, más internacionalización, mejor comunicación entre la I+D pública y privada, y más oportunidades de generar I+D privada (spin-offs, start-ups, etc.) desde lo público. Todos los ponentes insistieron en que las empresas necesitan estabilidad y seguridad (financiación, reglamentación, convocatorias, etc.) para poder dedicarse a la I+D con ciertas garantías. Una buena coordinación de todos los actores, públicos y privados, es indispensable. Además, se repitió varias veces que se debe reducir la burocracia y aumentar la transparencia, y se mencionó la posibilidad de crear un agente que actuase auditando y evaluando a las empresas.

Fernando Fournon, presidente de Telefónica I+D, puso a los USA de ejemplo, como sistema en el que es compatible crear conocimiento de dominio público financiado por dinero público, pero donde también se patenta mucho. Además, planteó una idea interesante: que un emprendedor puede ser una persona que cree empresas que quiebren, sin que eso sea malo (quiebran porque se aceptan ciertos riesgos, pero la pérdida económica no es grande y el emprendedor vuelve a intentarlo). El identificar a estos emprendedores no parece mala idea, y una cosa que habría que cambiar (¿a través de la LCyT?) es la ley de quiebras.

Me pareció muy interesante la charla de Carmen Vela, de Ingenasa. Habló de procedimientos claros y sencillos para pedir ayudas, de convocatorias con fechas claras (esto suena utópico en estos momentos). Comentó lo interesante que sería en algunas áreas (desarrollo a largo plazo) contar con programas plurianuales, en vez de programas bi o trianuales y evaluados anualmente. Asímismo, apostó por modelos de financiación realistas, como los de la UE: pagos anticipados, subvenciones del 75%, etc.

Acerca de esto último, mencionó cierta reunión, en la que se habían dicho cosas que la habían decepcionado (pensando en la LCyT): subvenciones a posteriori, no mayores al 20%, burocracia... La verdad, parece poco coherente estar desarrollando una ley con la potencialidad de la LCyT y a la vez hacer lo contrario. Poco coherente y muy deprimente.

Y recordó que muchas "novedades" ya existen o existieron, como los programas tipo Torres Quevedo y las tesis mixtas universidad-empresa. El consejo, no reinventar la rueda y aprovechar realmente lo que tenemos. Me hizo recordar cosas de las que ya se hablaron en el segundo bloque cuando comentó que los investigadores de los centros públicos se ven severamente penalizados cuando se lanzan a gestionar una spin-off, ya que no pueden rendir igual en investigación y docencia, y son penalizados en el futuro. O la spin-off no se despega de la universidad, o el investigador debe despedirse de volver al sector público. La solución: evaluaciones realistas donde se consideren y valoren este tipo de actividades.

En mi opinión, si se desarrolla bien esta parte, se podría ayudar realmente a crear ese clima propicio a la I+D privada y a la comunicación público-privado. Sólo hay algo que me inquieta, y es el papel que se da a las Ciencias Sociales y Humanidades, especialmente porque se les asoció al sector turístico. Creo que estas áreas del conocimiento dan mucho más de sí. No pienso que esta mención signifique que se va a marginar a las Ciencias Sociales y a las Humanidades, excepto donde tengan esa función práctica, pero eché de menos un comentario al respecto como el que hizo Flora de Pablo en el segundo bloque, cuando aclaró que la LCyT no era un peligro para la investigación básica. En todo caso, creo que la I+D en Ciencias Sociales y Humanidades puede ir más allá de las empresas de servicios, y espero que haya más imaginación durante el desarrollo de esta parte de la ley.

sábado, 1 de noviembre de 2008

LCyT: comentarios sobre las Jornadas (1)

Aprovecho una pausa en los análisis y lecturas varias que tengo pendientes por mi actividad investigadora (es lo que tiene mudarse, pero eso es otra historia).

Tengo pendientes varias cosas, pero esta ya me quema los dedos, y quiero realizar un ejercicio de síntesis en favor de mis compañeros en mi otra actividad (la reivindicativa), para lograr una postura constructiva respecto a la redacción de la nueva Ley de la Ciencia y la Tecnología (LCyT). Como comenté en otro post, se han utilizado recursos Web 2.0 para articular la redacción del borrador (wiki) y para la comunicación con el público (blog). El blog se hizo a propósito de unas Jornadas sobre la LCyT (celebradas en Madrid el 9 o 10 de octubre de 2008), y se permitió realizar comentarios a cada bloque (los cuales vale la pena estudiar). Hoy precisamente visualicé el vídeo correspondiente al segundo bloque de las , así que empezaré comentando el primer (parece que no hay vídeo) y segundo bloque.

En el primer bloque de las Jornadas, se introdujeron los puntos principales que regirán la redacción del borrador del la LCyT. Leyendo el sumario del blog de las Jornadas, se me ocurren algunas puntualizaciones:
  • Se habla de incrementar la sinergia entre el Espacio Europeo de Investigación (EEI) y del Espacio Europeo de Educación Superior (EEES), así como de potenciar ambos. Perfecto, pero teniendo en cuenta las diferencias, y que hay gente que inicia su carrera investigadora sin realizar un posgrado.
  • Uno de los objetivos de esta ley debería ser la incentivación de la generación de conocimiento y facilitar en lo posible el acceso libre de la sociedad a ella. Esta ley está dirigida, acertadamente, a la modernización de la I+D española, rebajando trabas burocráticas y agilizando la relación público-privado y la I+D privada. Sin embargo, al menos en la redacción de este primer sumario, parece que por desarrollar esa parte se han olvidado otras. Esperemos que haya sido sólo por las prisas.
  • Se deberías meditar muy en profundidad expresiones como “su apropiación por los sectores productivos”. ¿La sociedad sólo cuenta para dar (véase “Participación de la sociedad”? ¿Acaso el conocimiento (y la promoción del espíritu crítico) no será objeto de disfrute por la sociedad? (esto lo he copiado tal cual de uno de mis comentarios en el blog).
  • Hay que tener cuidado en las relaciones público-privado cuando consideremos el EEES. Los temas de prácticas en empresas de los estudiantes de máster, por ejemplo, deberían cuidarse mucho, tendiendo a fórmulas de contratación en prácticas. El límite entre prácticas y trabajo encubierto es muy tenue en muchos casos, no aprovechemos el máster para promoverlo.
  • Como dice Francisco R-Valera en un comentario del blog de las Jornadas, una prioridad de la ley debe ser la protección de los investigadores.
El segundo bloque merece un análisis más pormenorizado. Principalmente, porque el tema me toca directamente (I+D en el sector público). Y además, he podido ver las charlas en vídeo, lo cual me ha permitido tener otra visión de lo que allí pone.

En cuanto al texto, echo muchísimo de menos una referencia a los investigadores en sus primeras etapas: en fase inicial (~predoctorales) y experimentados (~postdocs). Estos investigadores no estabilizados, de gran movilidad (positivo) y vulnerabilidad (negativo) han sido abusados una y otra vez. Creo que hay que aprovechar esta oportunidad para sentar unas bases que eviten estas situaciones. Otra crítica es la ausencia de los grupos de investigación, el núcleo básico (o debería serlo) del sistema de I+D. Y, por supuesto, la adhesión a los puntos reflejados en la Carta Europea del Investigador y en el Código de Contratación de Investigadores (http://ec.europa.eu/euraxess/index_en.cfm?l1=0&l2=3) no vendrían nada mal. En los comentarios se hicieron bastante referencias a la flexibilidad en la carrera, incentivos, cambios de paradigma, reconocimiento a las carreras de los técnicos, personal de apoyo, etc.

El encuentro sobre el bloque 2 me pareció muy interesante. Si podéis, bajaros el vídeo y escuchadlo atentamente. Me pareció muy interesante la insistencia en el cambio de un sistema basado en el tiempo (los premios llegan si puedes "crecer a la sombra" del catedrático), a otro basado en méritos. Según Frances Canet (primer ponente), la inversión pública no ha estimulado a la privada, y hay que aprovechar para cambiar el modelo (puso como ejemplo el catalán).

El segundo ponente fue Francisco Quiles (secretario de la CRUE, y precisamente Vicerrector de Investigación de mi centro de trabajo). Su charla me pareció sumamente interesante. Empezó proponiendo una visión integral de lo público y privado, con transversalidad entre ellos. Pidió un apartado específico para las universidades en esta ley, siendo lo más interesante la petición para que se puedan crear puestos no docentes en las universidades, quejándose de que ahora es inexcusable justificar docencia, lo cual limita mucho la capacidad de las universidades para incorporar personal y destacar en I+D. Por supuesto, se refirió a la necesidad de potenciar el atractivo de la investigación, para atraer nuevos investigadores entre los actuales estudiantes (¿qué tal si un objetivo transversal en la docencia de secundaria y de grado lo ponemos en destacar la importancia y el atractivo de la investigación?). Acabó repasando las leyes que obstaculizan a los investigadores en el sector público: la Ley de Contratación, la de Subvenciones y la de Extranjería. Es interesante, porque estos puntos han sido reivindicaciones de la FJI desde hace tiempo.

Carmen Peláez (CSIC) resaltó la conversión en agencia del CSIC y los planes de actuación que se están llevando a cabo, concentrados en cumplir objetivos (personalmente, yo los estoy sufriendo —estoy en un centro mixto— y tengo muchas dudas sobre su eficacia; de momento, están siendo un duro golpe a nuestra productividad).

Otra intervención que me gustó mucho fue la de Lluis Torner (Institut de Ciències Fotòniques). Destacó tres ideas que se deberían tener en cuenta en la LCyT: diversidad, reconociendo los distintos entornos (público/privado, universidades, etc.), las distintas misiones y temáticas; agilidad en la contratación, inversiones, misión, etc.; claridad para los jóvenes, para que tengan un objetivo claro al empezar la carrera (la tenure track tras el doctorado). Insistió en la importancia del doctorado, con un fuerte elemento formativo y con opciones abiertas. El inicio real de la carrera investigadora debería ser tras el doctorado, entendido este inicio como una definición de los objetivos y mediante la tenure track.

Pero tal vez la ponencia que más me gustó fue la de Flora de Pablo (hasta hace poco, directora del Instituto de Salud Carlos III). Destacó que la LCyT va a considerar la investigación básica (buena puntualización). Que se va a intentar que los sectores público y privado se encuentren, eliminando las trabas legales que ha habido hasta ahora. También que se pretende reconocer la variabilidad entre carreras, la movilidad y la diversidad. Insistió en la valoración por méritos y (otra buena puntualización) en la importancia de considerar a los jóvenes, no sólo a los senior. Tocó el tema de abandonar la discriminación respecto donde uno empieza su carrera, la potenciación de la movilidad transversal, homogeneizar las evaluaciones, flexibilizar la legislación para que los investigadores puedan obtener incentivos, situar los salarios de acuerdo con los de otros países de la UE. También se refirió a la creación de fundaciones, para tener más flexibilidad, y potenciar la carrera contractual frente a la funcionarial, ofreciendo un futuro más claro para que la gente se arriesgue a la primera y a la movilidad (a la empresa, por ejemplo). Otro punto muy interesante fue la referencia a eliminar la incompatibilidad de los investigadores a tener más de un 10% de participación en empresas, lo cual ayudaría a incentivar la creación de spin-offs. Finalmente, insistió a la necesidad de la diversidad de carreras en los distintos centros (gente que se dedique a medicina, a investigación, a docencia, un poco a todo, etc.).

Entre las preguntas del público habría que destacar las peticiones para que haya efectivamente más presencia de la universidad en la LCyT, menos trabas burocráticas, incremento del números de gestores de investigación, desarrollo efectivo de la ley cuando se apruebe (no como la del 86), evaluación efectiva y con incentivos, un único régimen jurídico para todos los empleados públicos (independientemente si son funcionarios o no). Roke recordó que la FJI busca ante todo mínimos, y la existencia de la Carta Europea del Investigador y del Código de Contratación de Investigadores.

Como resultado final, soy optimista. Si se tienen en cuenta las opiniones de los ponentes y de los asistentes, se podría redactar y ejecutar una buena normativa. Intentaré verme los otros tres bloques y dar mi opinión sobre ellos.