lunes, 8 de diciembre de 2008

LCyT: consideraciones (muy) personales sobre las jornadas

Como colofón, creo que debo hacer un análisis personal de lo que han supuesto estas Jornadas, y que lo que puede ser la nueva Ley (de la que no tenemos aún ni el borrador). Sobre las Jornadas en sí, y aunque las charlas no fueron un prodigio de medios y se veía a algún ponente un tanto despistado, su realización es ya en sí algo para congratularse. La presentación de unas líneas generales, tanto en la web como en las charlas, la participación de todo tipo de actores (políticos, investigadores, gestores, empresarios, etc.) y la difusión (vídeos en la web de las Jornadas, posibilidad de escribir comentarios, etc.) me ha parecido simplemente estupendo.

Sobre la Ley en sí, se han tratado muchísimos temas. Casi en cada charla ha habido proponentes del detalle, mientras que otros apuntaban hacia una mayor concreción, dejando los detalles a otras normativas auxiliares. Personalmente, opino que hay que aprender de los errores cometidos en estos veintidós años: cuándo la ley del 86 funcionó, cuándo no, cuándo fue culpa de la ley y cuándo fue culpa de otras normativas. Posiblemente haya que ser muy detallista en unos aspectos (derechos de los investigadores, excepciones a otras leyes para hacer más fácil la labor de los investigadores), mientras que en otros se podrían definir unas líneas generales, que se completarían con otras normativas (que posiblemente tendrían que actualizarse o incluso redactarse de novo).

En fin, creo que se ha hablado casi de todo, lo cual es bueno. Estoy seguro de que los expertos han estado muy atentos a las ponencias y a los comentarios de los participantes (individuos o asociaciones). Ahora, que los políticos les dejen hacer su labor. Cuando tengamos el borrador delante, veremos.

LCyT: comentarios sobre las Jornadas (3)

Finalizo mis comentarios sobre las Jornadas de la LCyT con los bloques 4 y 5. En mi opinión, fueron más flojas que los bloques 2 y 3 (mis comentarios aquí y aquí). Ya lo dice Roke en su blog: el quinto bloque fue una especie de cajón de sastre. No obstante, se habló de algunos temas interesantes, que realmente merecen estar en una Ley de la Ciencia.

El bloque 4 trató sobre la transferencia de conocimiento, protección de resultados (patentes, etc.), fomento de actividades aplicativas y la colaboración entre el sector público y el privado. La redacción en el blog de las Jornadas se me hizo bastante aburrida, tal vez porque estar planteada de una manera bastante "legalista" (párrafos de casi 100 palabras compuestos por una sola frase). De todas maneras, creo que es una parte muy necesaria en la nueva ley, ya que se necesita un marco jurídico específico para que, en el marco de la I+D, se eliminen incompatibilidades y otras trabas, que actualmente no ayudan a que los investigadores se dediquen a la transferencia o al desarrollo y aplicación del conocimiento que generan. Asímismo, se indica la necesidad de reconocimiento (en evaluaciones) e incentivos para los investigadores que trabajen en la transferencia y aplicación de resultados.

Sobre las charlas, resalto la percepción de algunos ponentes sobre la poca I+D privada y la poca conexión entre el sector público y privado. Por ejemplo, Carmen Eibe (Zeltia) resaltó que se ha producido un incremento de investigación aplicada en el sector público, pero que no ha producido un aumento equivalente de la investigación privada. Se insistió en la necesidad de crear un marco legal que potencie la movilidad de investigadores entre el sector público y privado, que se fijen excepciones a las trabas legales que limitan los contratos efectuados en la administración pública, que facilite a los investigadores el acceso a recursos para protección de resultados, posibilidad para los investigadores para disfrutar de los beneficios de la explotación de patentes, etc. Además, se habló sobre la necesidad de fijar objetivos concretos para poder cuantificar las acciones de transferencia, y que estas acciones estén bien definidas en los planes de I+D. En relación con este tema, se apuntó la necesidad de considerar estas acciones, patentes, etc. en las evaluaciones (actualmente, dedicarse a estos temas puede hasta ser negativo para el CV).

Carlos Hernández (USC) hizo una referencia muy interesante a las OTRI. No fue una sorpresa para muchos que las Oficinas para la Trasferencia de Resultados de Investigación no estén cumpliendo su objetivos, e incluso que sean entes obsoletos (sic). Sobre este tema, se insistió en la necesidad de potenciar la "tercera misión" de las universidades (transferencia).

Me llamó la atención un comentario de Ana Cortés (OTRI de la UV) sobre los investigadores contratados, como los Juan de la Cierva o Ramón y Cajal, puesto que me afecta personalmente. En mi recién firmado contrato, una cláusula me priva "sin reserva de ningún género, para todo el mundo y a perpetuidad" de cualquier derecho de propiedad intelectual e industrial que pueda generar (bonito incentivo, ¿verdad?). Pues precisamente, el comentario de Ana Cortés iba sobre la necesidad de que los derechos de propiedad de estos investigadores sean también regulados. Hablaré con mi universidad en cuanto me incorpore, y espero que esa cláusula se modifique convenientemente.

Un comentario del público (vía web) me pareció muy interesante: los parques tecnológicos surgidos de la transferencia a partir del sector público y de su contacto con el sector privado podrían generar empresas competitivas, que absorberían buena parte del personal investigador generados precisamente en el sector público. Sobre este tema, recuerdo un informe sobre empresas de base tecnológica surgidas de la universidad (informe NEBTUE), que conviene hojear.

Sobre el quinto bloque, poco que decir. Sin embargo, me parece importante que haya siquiera una pequeña reseña sobre la necesidad de potenciar la publicación de resultados en Open Access (y no sólo artículos, sino todo tipo de material), sobre la cultura científica (en general, hablando de difusión, sociedad, etc.) y sobre la cooperación al desarrollo. También la ética es importante (otro de los aspectos tratados en este bloque) pero, como apuntaron los ponentes, es un tema que, al menos en muchas áreas de la I+D, está suficientemente reglamentada ya. Sobre este último punto, se habló de la posibilidad de establecer un comité nacional de ética y de oficinas de seguimiento de buenas prácticas en cada centro. Además, se habló de las dificultades de gestionar las buenas prácticas (casos de fraude, plagio, conflicto de intereses, etc.), sobre la necesidad de adaptar los códigos de buenas prácticas para cada área, así como la posibilidad de establecer una figura de defensor del investigador. También se habló de las culturas científicas (divulgación, vida cotidiana, actores, etc.), sobre la necesidad de establecer un diálogo entre la sociedad y el sector investigador, la participación social, la necesidad de formar buenos comunicadores de la ciencia, el reconocimiento de las actividades divulgativas en los CV de los investigadores (así como el establecimiento de incentivos), la promoción de la educación científica en la educación media, etc. Incluso se apuntó desde el público la posibilidad de establecer paneles de ciudadanos asesorados por expertos multidisciplinares, que podrían intervenir en decisiones sobre I+D. Mucho batiburrillo que tal vez sea complicado meter en la LCyT, pero, en todo caso, me pareció interesante, y espero que se refleje en una serie de recomendaciones claras.

Sobre el tema del Open Access voy a extenderme un poco más, ya que me parece interesante. Sobre esto, habló sobre todo Remedios Melero (CSIC). El acceso abierto representa un nuevo paradigma, y se habló de establecer un cambio cultural. Por una parte, este acceso abierto no implica que sea inmediato ni gratuíto, pero sí establece un acceso no exclusivo (como ocurre ahora con numerosas editoriales, que directamente se apropian del contenido). Se habló de potenciar los repositorios institucionales o temáticos (lugares, generalmente virtuales, donde almacenar contenidos y con acceso abierto). Se habló de que la creación de conocimiento abierto debería afectar a todo tipo de contenidos, no sólo los artículos, para facilitar la expansión del conocimiento mediante la reutilización (y yo añado, mejora) de contenidos. Los proyectos del Programa Marco de la UE parece que obliga o recomienda que la información generada sea Open Access, con un período de embargo bastante limitado. En España han suscrito la declaración de Berlín el CSIC y 15 universidades. A ver cuándo son todas.

martes, 2 de diciembre de 2008

¿Investigación militar? Mejor no, que estamos en crisis


Viendo los vídeos de las Jornadas para la redacción de la Ley de la Ciencia y la Tecnología he oído un comentario sobre la investigación militar. De nuevo el viejo argumento de que la I+D militar (investigación sí, pero, ¿desarrollo?) produce réditos a la sociedad (y no añado "civil", que me parece redundante). Dejando aparte las reflexiones morales, me parecen muy dudosas las bases de este apoyo. Por supuesto, miles de aplicaciones actuales tuvieron su origen en investigaciones militares. La misma exploración espacial tuvo un empuje formidable gracias a la guerra fría. La objeción es que esas aplicaciones se produjeron gracias a gastos desmesurados, los cuales produjeron unos rendimientos muy bajos comparados con los de la investigación no militar. En algún sitio leí (una lástima que perdiese la referencia) que, comparando lo que recibía al final la sociedad, cada euro gastado en investigación no militar valía por cinco euros gastados en investigación militar.

En otros sitios explican la cuestión más ampliamente, e incluso hay campañas al respecto.

Para acabar, una buena noticia: "Adiós a las bombas racimo en siete meses". Y tú, ¿harías investigación militar? (¿y podrías volver a leer las noticias tras haber diseñado una mina, o algo peor?).

Adenda: he recuperado del olvido un excelente artículo sobre este tema, para aquellos que quieran profundizar con datos concretos. Cito de este artículo:
De hecho, en 2007 el gasto en I+D militar será casi dos veces y media superior al Programa de “Investigación Científica”, 5 veces el de investigación sanitaria, más de 20 veces el de investigación agraria o más de 300 veces el de investigación educativa.
Luego vendrán con los malos resultados del informe PISA, o con que han tenido que suprimir programas de investigación. En llano castellano: váyanse a tomar por culo.