lunes, 8 de diciembre de 2008

LCyT: consideraciones (muy) personales sobre las jornadas

Como colofón, creo que debo hacer un análisis personal de lo que han supuesto estas Jornadas, y que lo que puede ser la nueva Ley (de la que no tenemos aún ni el borrador). Sobre las Jornadas en sí, y aunque las charlas no fueron un prodigio de medios y se veía a algún ponente un tanto despistado, su realización es ya en sí algo para congratularse. La presentación de unas líneas generales, tanto en la web como en las charlas, la participación de todo tipo de actores (políticos, investigadores, gestores, empresarios, etc.) y la difusión (vídeos en la web de las Jornadas, posibilidad de escribir comentarios, etc.) me ha parecido simplemente estupendo.

Sobre la Ley en sí, se han tratado muchísimos temas. Casi en cada charla ha habido proponentes del detalle, mientras que otros apuntaban hacia una mayor concreción, dejando los detalles a otras normativas auxiliares. Personalmente, opino que hay que aprender de los errores cometidos en estos veintidós años: cuándo la ley del 86 funcionó, cuándo no, cuándo fue culpa de la ley y cuándo fue culpa de otras normativas. Posiblemente haya que ser muy detallista en unos aspectos (derechos de los investigadores, excepciones a otras leyes para hacer más fácil la labor de los investigadores), mientras que en otros se podrían definir unas líneas generales, que se completarían con otras normativas (que posiblemente tendrían que actualizarse o incluso redactarse de novo).

En fin, creo que se ha hablado casi de todo, lo cual es bueno. Estoy seguro de que los expertos han estado muy atentos a las ponencias y a los comentarios de los participantes (individuos o asociaciones). Ahora, que los políticos les dejen hacer su labor. Cuando tengamos el borrador delante, veremos.

LCyT: comentarios sobre las Jornadas (3)

Finalizo mis comentarios sobre las Jornadas de la LCyT con los bloques 4 y 5. En mi opinión, fueron más flojas que los bloques 2 y 3 (mis comentarios aquí y aquí). Ya lo dice Roke en su blog: el quinto bloque fue una especie de cajón de sastre. No obstante, se habló de algunos temas interesantes, que realmente merecen estar en una Ley de la Ciencia.

El bloque 4 trató sobre la transferencia de conocimiento, protección de resultados (patentes, etc.), fomento de actividades aplicativas y la colaboración entre el sector público y el privado. La redacción en el blog de las Jornadas se me hizo bastante aburrida, tal vez porque estar planteada de una manera bastante "legalista" (párrafos de casi 100 palabras compuestos por una sola frase). De todas maneras, creo que es una parte muy necesaria en la nueva ley, ya que se necesita un marco jurídico específico para que, en el marco de la I+D, se eliminen incompatibilidades y otras trabas, que actualmente no ayudan a que los investigadores se dediquen a la transferencia o al desarrollo y aplicación del conocimiento que generan. Asímismo, se indica la necesidad de reconocimiento (en evaluaciones) e incentivos para los investigadores que trabajen en la transferencia y aplicación de resultados.

Sobre las charlas, resalto la percepción de algunos ponentes sobre la poca I+D privada y la poca conexión entre el sector público y privado. Por ejemplo, Carmen Eibe (Zeltia) resaltó que se ha producido un incremento de investigación aplicada en el sector público, pero que no ha producido un aumento equivalente de la investigación privada. Se insistió en la necesidad de crear un marco legal que potencie la movilidad de investigadores entre el sector público y privado, que se fijen excepciones a las trabas legales que limitan los contratos efectuados en la administración pública, que facilite a los investigadores el acceso a recursos para protección de resultados, posibilidad para los investigadores para disfrutar de los beneficios de la explotación de patentes, etc. Además, se habló sobre la necesidad de fijar objetivos concretos para poder cuantificar las acciones de transferencia, y que estas acciones estén bien definidas en los planes de I+D. En relación con este tema, se apuntó la necesidad de considerar estas acciones, patentes, etc. en las evaluaciones (actualmente, dedicarse a estos temas puede hasta ser negativo para el CV).

Carlos Hernández (USC) hizo una referencia muy interesante a las OTRI. No fue una sorpresa para muchos que las Oficinas para la Trasferencia de Resultados de Investigación no estén cumpliendo su objetivos, e incluso que sean entes obsoletos (sic). Sobre este tema, se insistió en la necesidad de potenciar la "tercera misión" de las universidades (transferencia).

Me llamó la atención un comentario de Ana Cortés (OTRI de la UV) sobre los investigadores contratados, como los Juan de la Cierva o Ramón y Cajal, puesto que me afecta personalmente. En mi recién firmado contrato, una cláusula me priva "sin reserva de ningún género, para todo el mundo y a perpetuidad" de cualquier derecho de propiedad intelectual e industrial que pueda generar (bonito incentivo, ¿verdad?). Pues precisamente, el comentario de Ana Cortés iba sobre la necesidad de que los derechos de propiedad de estos investigadores sean también regulados. Hablaré con mi universidad en cuanto me incorpore, y espero que esa cláusula se modifique convenientemente.

Un comentario del público (vía web) me pareció muy interesante: los parques tecnológicos surgidos de la transferencia a partir del sector público y de su contacto con el sector privado podrían generar empresas competitivas, que absorberían buena parte del personal investigador generados precisamente en el sector público. Sobre este tema, recuerdo un informe sobre empresas de base tecnológica surgidas de la universidad (informe NEBTUE), que conviene hojear.

Sobre el quinto bloque, poco que decir. Sin embargo, me parece importante que haya siquiera una pequeña reseña sobre la necesidad de potenciar la publicación de resultados en Open Access (y no sólo artículos, sino todo tipo de material), sobre la cultura científica (en general, hablando de difusión, sociedad, etc.) y sobre la cooperación al desarrollo. También la ética es importante (otro de los aspectos tratados en este bloque) pero, como apuntaron los ponentes, es un tema que, al menos en muchas áreas de la I+D, está suficientemente reglamentada ya. Sobre este último punto, se habló de la posibilidad de establecer un comité nacional de ética y de oficinas de seguimiento de buenas prácticas en cada centro. Además, se habló de las dificultades de gestionar las buenas prácticas (casos de fraude, plagio, conflicto de intereses, etc.), sobre la necesidad de adaptar los códigos de buenas prácticas para cada área, así como la posibilidad de establecer una figura de defensor del investigador. También se habló de las culturas científicas (divulgación, vida cotidiana, actores, etc.), sobre la necesidad de establecer un diálogo entre la sociedad y el sector investigador, la participación social, la necesidad de formar buenos comunicadores de la ciencia, el reconocimiento de las actividades divulgativas en los CV de los investigadores (así como el establecimiento de incentivos), la promoción de la educación científica en la educación media, etc. Incluso se apuntó desde el público la posibilidad de establecer paneles de ciudadanos asesorados por expertos multidisciplinares, que podrían intervenir en decisiones sobre I+D. Mucho batiburrillo que tal vez sea complicado meter en la LCyT, pero, en todo caso, me pareció interesante, y espero que se refleje en una serie de recomendaciones claras.

Sobre el tema del Open Access voy a extenderme un poco más, ya que me parece interesante. Sobre esto, habló sobre todo Remedios Melero (CSIC). El acceso abierto representa un nuevo paradigma, y se habló de establecer un cambio cultural. Por una parte, este acceso abierto no implica que sea inmediato ni gratuíto, pero sí establece un acceso no exclusivo (como ocurre ahora con numerosas editoriales, que directamente se apropian del contenido). Se habló de potenciar los repositorios institucionales o temáticos (lugares, generalmente virtuales, donde almacenar contenidos y con acceso abierto). Se habló de que la creación de conocimiento abierto debería afectar a todo tipo de contenidos, no sólo los artículos, para facilitar la expansión del conocimiento mediante la reutilización (y yo añado, mejora) de contenidos. Los proyectos del Programa Marco de la UE parece que obliga o recomienda que la información generada sea Open Access, con un período de embargo bastante limitado. En España han suscrito la declaración de Berlín el CSIC y 15 universidades. A ver cuándo son todas.

martes, 2 de diciembre de 2008

¿Investigación militar? Mejor no, que estamos en crisis


Viendo los vídeos de las Jornadas para la redacción de la Ley de la Ciencia y la Tecnología he oído un comentario sobre la investigación militar. De nuevo el viejo argumento de que la I+D militar (investigación sí, pero, ¿desarrollo?) produce réditos a la sociedad (y no añado "civil", que me parece redundante). Dejando aparte las reflexiones morales, me parecen muy dudosas las bases de este apoyo. Por supuesto, miles de aplicaciones actuales tuvieron su origen en investigaciones militares. La misma exploración espacial tuvo un empuje formidable gracias a la guerra fría. La objeción es que esas aplicaciones se produjeron gracias a gastos desmesurados, los cuales produjeron unos rendimientos muy bajos comparados con los de la investigación no militar. En algún sitio leí (una lástima que perdiese la referencia) que, comparando lo que recibía al final la sociedad, cada euro gastado en investigación no militar valía por cinco euros gastados en investigación militar.

En otros sitios explican la cuestión más ampliamente, e incluso hay campañas al respecto.

Para acabar, una buena noticia: "Adiós a las bombas racimo en siete meses". Y tú, ¿harías investigación militar? (¿y podrías volver a leer las noticias tras haber diseñado una mina, o algo peor?).

Adenda: he recuperado del olvido un excelente artículo sobre este tema, para aquellos que quieran profundizar con datos concretos. Cito de este artículo:
De hecho, en 2007 el gasto en I+D militar será casi dos veces y media superior al Programa de “Investigación Científica”, 5 veces el de investigación sanitaria, más de 20 veces el de investigación agraria o más de 300 veces el de investigación educativa.
Luego vendrán con los malos resultados del informe PISA, o con que han tenido que suprimir programas de investigación. En llano castellano: váyanse a tomar por culo.

domingo, 23 de noviembre de 2008

Calidad y exigencia en los congresos científicos

Vuelvo de un congreso en Utrecht (Países Bajos). Un poco decepcionado por las comunicaciones presentadas como pósters. Si bien es cierto que suele haber buen nivel, sí que es verdad que, en muchos casos, la calidad es muy deficiente.

Conclusiones que no se desprenden de los resultados, falta de controles adecuados, experimentos ya realizados, con conclusiones ya conocidas, trabajos financiados por empresas y que sospechosamente concluyen el buen funcionamiento de sus productos, etc. ¿Quién diría que una correlación con r menor de 0,5 (Pearson) es un buen resultado, por muy significativo que sea? Pues eso lo vi en un póster, con la conclusión de que, apoyándose únicamente en tal correlación, un nuevo aparato era tan efectivo como la metodología estándar.

El problema es que este congreso utiliza un sistema de peer review para revisar los abstracts, y que estos acaban publicados en una revista internacional indexada en el SCI (más Pubmed, etc.). Aunque no fuese así, como científicos, deberíamos tener más exigencia en la selección de los trabajos que van a congresos. Sin contar con el abandono total que sufren algunos pósters. Los "responsables" los cuelgan y se van a hacer turismo (o los cuelgan colegas que les han hecho el favor de llevarlos).

En muchos congresos se penaliza a los participantes que no llevan su trabajo al congreso (generalmente, no se admiten trabajos de ese grupo en las siguientes dos convocatorias). Yo no sólo estoy completamente de acuerdo con esta medida, sino que sería más estricto con las presentaciones. Si uno quiere darse una vuelta para ver otros pósters, siempre puede dejar un aviso al lado del póster, dejar sobres para sugerencias, preguntas, tarjetas, etc.

Necesitamos más calidad y más exigencia en los congresos. Por mi parte, a menudo me llegan peticiones para revisar artículos enviados a revistas, y algún proyecto de cuando en cuando. Tomo nota de los "descuidados" (son recurrentes), y, hasta que no vea más calidad, doy menos importancia a las contribuciones a ciertos congresos. Se siente.

Cambiando ligeramente de tema, he asistido también al análisis de la situación de una revista. Resulta que el índice de impacto ha bajado en los dos últimos años, y se atribuye al aumento de artículos sin una correspondiente subida de citas. La conclusión del comité editorial es que los usuarios de la revista deberían citar más... no estoy de acuerdo. De nuevo, tal vez se debería aumentar la exigencia. Conozco la revista, y he de decir que hay artículos que escapan a la mera consideración de ser "flojos": son directamente nefastos, con fallos graves en el diseño experimental y, principalmente, en el tratamiento estadístico (ya hablaré del "missuse" de las correlaciones para comparar métodos).

Pero realmente me preocupa que se tomen decisiones fijándose en el índice de impacto. La calidad y prestigio de una revista son cuestiones multidimensionales, y no las podemos reducir a un solo número. No digo que no se use el índice de impacto, y muchos de los que lo critican no lo hacen porque estén preocupados por la calidad o la fiabilidad de las evaluaciones (ejem). Lo fundamental es buscar la calidad. Si eso se consigue, el índice de impacto lo seguirá, pero no al revés.

viernes, 14 de noviembre de 2008

No más becas, no más precariedad, no más indignidad

He descubierto con gran satisfacción que desde Comisiones Obreras se ha lanzado el blog Apadrina Un Becario. Los jóvenes investigadores (y no tan jóvenes) no estamos solos en nuestra lucha contra lo más precario del mercado laboral español: las becas para titulados. E incluso hay gente que trabaja gratis, con la falsa promesa de la formación y un trabajo "de verdad" cuando acaben sus "prácticas".

Mi enhorabuena por la iniciativa. No debe haber medias tintas aquí. Las becas para realizar una actividad productiva, aunque se disfrace de prácticas o formación, deben ser declaradas ilegales. Pagar con becas (o no pagar) es un insulto a nuestra dignidad como trabajadores, un escupitajo a todos aquellos que durante siglos han luchado por cuestiones tan básicas como: tener Seguridad Social, jubilación, permisos de maternidad y paternidad, fines de semana y festivos libres, vacaciones pagadas, reconocimiento de la vida laboral...

A todo aquel que sugiere que las becas son aceptables, porque, si no, no habría manera de formarse, o de entrar al mundo laboral, o que consituyen una experiencia positiva de lo que es "la vida" les pregunto: ¿en tan poco consideras lo que haces que aceptas que te paguen poco, no te reconozcan como trabajador, te priven de derechos fundamentales, no te reconozcan ningún derecho? A las universidades y otros centros, que no sólo no luchan contra ellas, sino que incluso promocionan, anuncian u ofertan becas les digo: ¿es que tan mal formáis o en tan poca estima tenéis a vuestros titulados que los entregáis como mano laboral barata y sin derechos? Y al gobierno central, regionales y locales, e incluso a la mayoría de los sindicatos, habría que pedirles cuentas de su pasotismo.

Y sin olvidarnos de las empresas. Leo en El Mundo estadísticas escalofriantes: 200000 becarios, con 300 €/mes de media, y uno de cada cuatro no se queda en la empresa en la que estuvo de becario (y me parece poco). Bajo el cuento de la formación, las empresas (y administraciones públicas) se ahorran mucho dinero. Pero si quieren formar, ¿por qué no usar contratos de formación (para titulados medios) o en prácticas (para titulados superiores)? Ya está todo inventado, esos contratos dan amplios beneficios al contratador, y permiten unos períodos de inicio en los que adquirir esa formación, mientras que se reconocen sus derechos al trabajador. En la gran mayoría de los casos se podrían hacer contratos "normales" desde el principio: la empresa debe arriesgarse a que la gente rinda menos al principio, pero a largo plazo llegan los beneficios de una mejor racionalidad en la gestión de recursos humanos, una mejor relación empleador-empleado, y más rendimiento e innovación. Pero en España las empresas son así: por eso, ONO pide becarios mientras realiza regulaciones de empleo.

Lo dicho: becas para titulados, ilegales desde ya; becas para estudiantes, vigilancia para evitar que se conviertan en trabajos encubiertos. Si no, estamos fomentando un tipo de economía sumergida que se aprovecha en el trabajo de cientos de miles de jóvenes, un auténtico fraude a la Seguridad Social y un atentado contra el Estatuto de los Trabajadores.

Os dejo con este estupendo vídeo de apadrinaunbecario.org:

miércoles, 12 de noviembre de 2008

¿Qué necesitamos para movilizarnos?

Para los no informados, nuestro flamante MICINN lleva un considerable retraso en la resolución de múltiples convocatorias. Lo peor es que mucha gente depende de ellas para cobrar un sueldo, y su futuro a medio plazo en la investigación peligra. Por ejemplo, la convocatoria de postdoctorales, tras meses en el limbo, nos enteramos de que su resolución depende de la firma de una persona (me entero de que el responsable es D. Marius Rubiralta i Alcañiz Secretario de Estado de Universidades). Tras mucha indignación e intentar que los 1055 afectados se movilicen, leo en la lista postdoc de la FJI este mensaje:
Yo sinceramente creo que, de nuevo, no pasará nada. Son 1055 solicitudes y 3 personas dispuestas a hacer algo, y eso con el intolerable chuleo del Ministerio que, sinceramente, no sé qué puede hacer más. La situación es simplemente denigrante y, sin emgargo, en el post en el que se ha hecho la movilización, a pesar de las 350 lecturas que lleva sólo 3 personas se han apuntado.
¿Somos los investigadores tan pasotas? Por mi experiencia, no. Creo que lo que nos falta es conciencia de que se pueden hacer muchas cosas arrimando el hombro. No es cuestión de que investigar lleva mucho tiempo, y que no sobra para hacer otras cosas, sino de pensar en que hay que dedicar un rato al día a pensar en grande (como cerrar Guantánamo). La situación de la I+D (se puede extender a casi cualquier país) no es para tirar cohetes, y en España en concreto la gestión deja mucho que desear.

Mi recomendación para los postdocs pendientes de esta resolución: no vale la pena tener paciencia con el ministerio, porque os la volverá a montar. Esto no va como una crítica general para los funcionarios del MICINN, en su mayoría gente comprometida y que sufre la falta de personal y las políticas cambiantes que les vienen de arriba.

Y pensad que esta no es LA CONVOCATORIA. Es una de muchas. Además, no os olvidéis de intentar buscar trabajo en el extranjero. Sí, buscar trabajo. Muchos compañeros míos simplemente contactaron, mandaron sus CV, y allí están, trabajando como postdoc en grupos de investigación prestigiosos, con financiación asegurada durante más tiempo que lo que paga el MICINN y a salvo de sus caprichos burocráticos.

miércoles, 5 de noviembre de 2008

LCyT: comentarios sobre las Jornadas (2)

El tercer bloque de las Jornadas trató sobre la I+D en las empresas. En este caso, no tengo mucho que comentar a las charlas. No porque no fuesen interesantes, sino porque creo que buena parte de lo que se dijo estaba ya condensado en el blog, y porque todo giró en torno a los mismos puntos fundamentales. Aún no he visto las charlas del cuarto bloque, pero teniendo en cuenta su temática (transferencia de conocimiento y colaboración público-privada), volveré sobre este mismo tema casi seguro.

Buena parte del fundamento de esta ley reside en la necesidad de estimular la I+D privada y de establecer puentes entre lo público y lo privado. Esta es una apuesta importante e imprescindible, aunque en algunos aspectos la nueva ley pueda parecer demasiado "entusiasta" (creo que ha sido sólo una primera impresión, y tras las charlas va quedando en algo más moderado).

En resumidas cuentas, parece que se pretende que la ley favorezca un entorno favorable a las empresas que se atrevan con la I+D. Más incentivos, menos trabas, más internacionalización, mejor comunicación entre la I+D pública y privada, y más oportunidades de generar I+D privada (spin-offs, start-ups, etc.) desde lo público. Todos los ponentes insistieron en que las empresas necesitan estabilidad y seguridad (financiación, reglamentación, convocatorias, etc.) para poder dedicarse a la I+D con ciertas garantías. Una buena coordinación de todos los actores, públicos y privados, es indispensable. Además, se repitió varias veces que se debe reducir la burocracia y aumentar la transparencia, y se mencionó la posibilidad de crear un agente que actuase auditando y evaluando a las empresas.

Fernando Fournon, presidente de Telefónica I+D, puso a los USA de ejemplo, como sistema en el que es compatible crear conocimiento de dominio público financiado por dinero público, pero donde también se patenta mucho. Además, planteó una idea interesante: que un emprendedor puede ser una persona que cree empresas que quiebren, sin que eso sea malo (quiebran porque se aceptan ciertos riesgos, pero la pérdida económica no es grande y el emprendedor vuelve a intentarlo). El identificar a estos emprendedores no parece mala idea, y una cosa que habría que cambiar (¿a través de la LCyT?) es la ley de quiebras.

Me pareció muy interesante la charla de Carmen Vela, de Ingenasa. Habló de procedimientos claros y sencillos para pedir ayudas, de convocatorias con fechas claras (esto suena utópico en estos momentos). Comentó lo interesante que sería en algunas áreas (desarrollo a largo plazo) contar con programas plurianuales, en vez de programas bi o trianuales y evaluados anualmente. Asímismo, apostó por modelos de financiación realistas, como los de la UE: pagos anticipados, subvenciones del 75%, etc.

Acerca de esto último, mencionó cierta reunión, en la que se habían dicho cosas que la habían decepcionado (pensando en la LCyT): subvenciones a posteriori, no mayores al 20%, burocracia... La verdad, parece poco coherente estar desarrollando una ley con la potencialidad de la LCyT y a la vez hacer lo contrario. Poco coherente y muy deprimente.

Y recordó que muchas "novedades" ya existen o existieron, como los programas tipo Torres Quevedo y las tesis mixtas universidad-empresa. El consejo, no reinventar la rueda y aprovechar realmente lo que tenemos. Me hizo recordar cosas de las que ya se hablaron en el segundo bloque cuando comentó que los investigadores de los centros públicos se ven severamente penalizados cuando se lanzan a gestionar una spin-off, ya que no pueden rendir igual en investigación y docencia, y son penalizados en el futuro. O la spin-off no se despega de la universidad, o el investigador debe despedirse de volver al sector público. La solución: evaluaciones realistas donde se consideren y valoren este tipo de actividades.

En mi opinión, si se desarrolla bien esta parte, se podría ayudar realmente a crear ese clima propicio a la I+D privada y a la comunicación público-privado. Sólo hay algo que me inquieta, y es el papel que se da a las Ciencias Sociales y Humanidades, especialmente porque se les asoció al sector turístico. Creo que estas áreas del conocimiento dan mucho más de sí. No pienso que esta mención signifique que se va a marginar a las Ciencias Sociales y a las Humanidades, excepto donde tengan esa función práctica, pero eché de menos un comentario al respecto como el que hizo Flora de Pablo en el segundo bloque, cuando aclaró que la LCyT no era un peligro para la investigación básica. En todo caso, creo que la I+D en Ciencias Sociales y Humanidades puede ir más allá de las empresas de servicios, y espero que haya más imaginación durante el desarrollo de esta parte de la ley.

sábado, 1 de noviembre de 2008

LCyT: comentarios sobre las Jornadas (1)

Aprovecho una pausa en los análisis y lecturas varias que tengo pendientes por mi actividad investigadora (es lo que tiene mudarse, pero eso es otra historia).

Tengo pendientes varias cosas, pero esta ya me quema los dedos, y quiero realizar un ejercicio de síntesis en favor de mis compañeros en mi otra actividad (la reivindicativa), para lograr una postura constructiva respecto a la redacción de la nueva Ley de la Ciencia y la Tecnología (LCyT). Como comenté en otro post, se han utilizado recursos Web 2.0 para articular la redacción del borrador (wiki) y para la comunicación con el público (blog). El blog se hizo a propósito de unas Jornadas sobre la LCyT (celebradas en Madrid el 9 o 10 de octubre de 2008), y se permitió realizar comentarios a cada bloque (los cuales vale la pena estudiar). Hoy precisamente visualicé el vídeo correspondiente al segundo bloque de las , así que empezaré comentando el primer (parece que no hay vídeo) y segundo bloque.

En el primer bloque de las Jornadas, se introdujeron los puntos principales que regirán la redacción del borrador del la LCyT. Leyendo el sumario del blog de las Jornadas, se me ocurren algunas puntualizaciones:
  • Se habla de incrementar la sinergia entre el Espacio Europeo de Investigación (EEI) y del Espacio Europeo de Educación Superior (EEES), así como de potenciar ambos. Perfecto, pero teniendo en cuenta las diferencias, y que hay gente que inicia su carrera investigadora sin realizar un posgrado.
  • Uno de los objetivos de esta ley debería ser la incentivación de la generación de conocimiento y facilitar en lo posible el acceso libre de la sociedad a ella. Esta ley está dirigida, acertadamente, a la modernización de la I+D española, rebajando trabas burocráticas y agilizando la relación público-privado y la I+D privada. Sin embargo, al menos en la redacción de este primer sumario, parece que por desarrollar esa parte se han olvidado otras. Esperemos que haya sido sólo por las prisas.
  • Se deberías meditar muy en profundidad expresiones como “su apropiación por los sectores productivos”. ¿La sociedad sólo cuenta para dar (véase “Participación de la sociedad”? ¿Acaso el conocimiento (y la promoción del espíritu crítico) no será objeto de disfrute por la sociedad? (esto lo he copiado tal cual de uno de mis comentarios en el blog).
  • Hay que tener cuidado en las relaciones público-privado cuando consideremos el EEES. Los temas de prácticas en empresas de los estudiantes de máster, por ejemplo, deberían cuidarse mucho, tendiendo a fórmulas de contratación en prácticas. El límite entre prácticas y trabajo encubierto es muy tenue en muchos casos, no aprovechemos el máster para promoverlo.
  • Como dice Francisco R-Valera en un comentario del blog de las Jornadas, una prioridad de la ley debe ser la protección de los investigadores.
El segundo bloque merece un análisis más pormenorizado. Principalmente, porque el tema me toca directamente (I+D en el sector público). Y además, he podido ver las charlas en vídeo, lo cual me ha permitido tener otra visión de lo que allí pone.

En cuanto al texto, echo muchísimo de menos una referencia a los investigadores en sus primeras etapas: en fase inicial (~predoctorales) y experimentados (~postdocs). Estos investigadores no estabilizados, de gran movilidad (positivo) y vulnerabilidad (negativo) han sido abusados una y otra vez. Creo que hay que aprovechar esta oportunidad para sentar unas bases que eviten estas situaciones. Otra crítica es la ausencia de los grupos de investigación, el núcleo básico (o debería serlo) del sistema de I+D. Y, por supuesto, la adhesión a los puntos reflejados en la Carta Europea del Investigador y en el Código de Contratación de Investigadores (http://ec.europa.eu/euraxess/index_en.cfm?l1=0&l2=3) no vendrían nada mal. En los comentarios se hicieron bastante referencias a la flexibilidad en la carrera, incentivos, cambios de paradigma, reconocimiento a las carreras de los técnicos, personal de apoyo, etc.

El encuentro sobre el bloque 2 me pareció muy interesante. Si podéis, bajaros el vídeo y escuchadlo atentamente. Me pareció muy interesante la insistencia en el cambio de un sistema basado en el tiempo (los premios llegan si puedes "crecer a la sombra" del catedrático), a otro basado en méritos. Según Frances Canet (primer ponente), la inversión pública no ha estimulado a la privada, y hay que aprovechar para cambiar el modelo (puso como ejemplo el catalán).

El segundo ponente fue Francisco Quiles (secretario de la CRUE, y precisamente Vicerrector de Investigación de mi centro de trabajo). Su charla me pareció sumamente interesante. Empezó proponiendo una visión integral de lo público y privado, con transversalidad entre ellos. Pidió un apartado específico para las universidades en esta ley, siendo lo más interesante la petición para que se puedan crear puestos no docentes en las universidades, quejándose de que ahora es inexcusable justificar docencia, lo cual limita mucho la capacidad de las universidades para incorporar personal y destacar en I+D. Por supuesto, se refirió a la necesidad de potenciar el atractivo de la investigación, para atraer nuevos investigadores entre los actuales estudiantes (¿qué tal si un objetivo transversal en la docencia de secundaria y de grado lo ponemos en destacar la importancia y el atractivo de la investigación?). Acabó repasando las leyes que obstaculizan a los investigadores en el sector público: la Ley de Contratación, la de Subvenciones y la de Extranjería. Es interesante, porque estos puntos han sido reivindicaciones de la FJI desde hace tiempo.

Carmen Peláez (CSIC) resaltó la conversión en agencia del CSIC y los planes de actuación que se están llevando a cabo, concentrados en cumplir objetivos (personalmente, yo los estoy sufriendo —estoy en un centro mixto— y tengo muchas dudas sobre su eficacia; de momento, están siendo un duro golpe a nuestra productividad).

Otra intervención que me gustó mucho fue la de Lluis Torner (Institut de Ciències Fotòniques). Destacó tres ideas que se deberían tener en cuenta en la LCyT: diversidad, reconociendo los distintos entornos (público/privado, universidades, etc.), las distintas misiones y temáticas; agilidad en la contratación, inversiones, misión, etc.; claridad para los jóvenes, para que tengan un objetivo claro al empezar la carrera (la tenure track tras el doctorado). Insistió en la importancia del doctorado, con un fuerte elemento formativo y con opciones abiertas. El inicio real de la carrera investigadora debería ser tras el doctorado, entendido este inicio como una definición de los objetivos y mediante la tenure track.

Pero tal vez la ponencia que más me gustó fue la de Flora de Pablo (hasta hace poco, directora del Instituto de Salud Carlos III). Destacó que la LCyT va a considerar la investigación básica (buena puntualización). Que se va a intentar que los sectores público y privado se encuentren, eliminando las trabas legales que ha habido hasta ahora. También que se pretende reconocer la variabilidad entre carreras, la movilidad y la diversidad. Insistió en la valoración por méritos y (otra buena puntualización) en la importancia de considerar a los jóvenes, no sólo a los senior. Tocó el tema de abandonar la discriminación respecto donde uno empieza su carrera, la potenciación de la movilidad transversal, homogeneizar las evaluaciones, flexibilizar la legislación para que los investigadores puedan obtener incentivos, situar los salarios de acuerdo con los de otros países de la UE. También se refirió a la creación de fundaciones, para tener más flexibilidad, y potenciar la carrera contractual frente a la funcionarial, ofreciendo un futuro más claro para que la gente se arriesgue a la primera y a la movilidad (a la empresa, por ejemplo). Otro punto muy interesante fue la referencia a eliminar la incompatibilidad de los investigadores a tener más de un 10% de participación en empresas, lo cual ayudaría a incentivar la creación de spin-offs. Finalmente, insistió a la necesidad de la diversidad de carreras en los distintos centros (gente que se dedique a medicina, a investigación, a docencia, un poco a todo, etc.).

Entre las preguntas del público habría que destacar las peticiones para que haya efectivamente más presencia de la universidad en la LCyT, menos trabas burocráticas, incremento del números de gestores de investigación, desarrollo efectivo de la ley cuando se apruebe (no como la del 86), evaluación efectiva y con incentivos, un único régimen jurídico para todos los empleados públicos (independientemente si son funcionarios o no). Roke recordó que la FJI busca ante todo mínimos, y la existencia de la Carta Europea del Investigador y del Código de Contratación de Investigadores.

Como resultado final, soy optimista. Si se tienen en cuenta las opiniones de los ponentes y de los asistentes, se podría redactar y ejecutar una buena normativa. Intentaré verme los otros tres bloques y dar mi opinión sobre ellos.

domingo, 12 de octubre de 2008

Una reforma legal interesante

Se está preparando un borrador de proyecto legislativo para la Ley de la Ciencia y la Tecnología, como renovación de la vieja y bastante anacrónica (aunque un avance en sus tiempos) Ley de la Ciencia de 1986. Lo curioso es la forma que se ha elegido para realizarla, de una manera bastante abierta y participativa (en cierto sentido, democrática).

Este borrador está siendo preparado por veinticinco expertos, pero no a puerta cerrada. De momento, se han organizado unas Jornadas con asistencia y participación públicas. Mejor aún, la información sobre las jornadas y el contenido de cada bloque de charlas (correspondientes a otras tantas subcomisiones para la preparación del borrador) se ha organizado en un blog, públicamente abierto a comentarios y sugerencias (y que permite usar un agregador RSS). Y, al parecer, la redacción del borrador se está realizando con un Wiki.

Desgraciadamente, no he podido asistir a las charlas de las jornadas, pero ya se están colgando las presentaciones y vídeos, enlazándolos desde el blog. Vale la pena leer sobre la impresión que han dejado en Roke (al que enlazo, ya que está más al tanto que yo).

Para ser la primera vez que veo algo así (una administración pública recurriendo a la Web 2.0 en el proceso legislativo), he de decir que me llena de satisfacción, y que no está nada mal. Aunque se nota cierta bisoñez (comparando con blogs "experimentados"), la web es bastante agradable, el manejo de comentarios equilibrado, y algunos balbuceos iniciales se han ido corrigiendo. Lo mejor, sin duda, ha sido la gran cantidad de comentarios que se han enviado. Espero que se tomen en cuenta (si tengo tiempo, comentaré algunos aspectos de los distintos bloques con los que estoy muy de acuerdo o en desacuerdo), y, la verdad, soy optimista al respecto, viendo cómo se ha desarrollado este proceso y el nivel de muchos comentarios.

Como se ha indicado en otros sitios, esta iniciativa apenas ha tenido repercusión mediática. Una pena (y espero que se remedie, y que desde el Ministerio saquen más partido a esto). Esperemos que otras administraciones tomen nota y cunda el ejemplo. A mí me parece una magnífica (y no demasiado complicada) manera de organizar un trabajo colaborativo cuando hay múltiples sectores implicados e informados.

Se me ocurre una posible mejora. Entre el grupo de expertos y el público podría establecerse un nivel intermedio, donde estarían algunos representantes de diversas asociaciones y grupos interesados. Por ejemplo, se podría invitar a ese grupo a la Conferencia de Rectores, la Asociación de Parques Científicos y Tecnológicos de España (su coordinadora ha escrito varios comentarios en el blog de la LCyT), FJI/Precarios, la Asociación para el Avance de la Ciencia y la Tecnología en España, etc. Este grupo tendría privilegios "especiales" (acceso a borradores, comentarios "directos" al grupo de expertos, metacomentarios a los comentarios generales, etc.).

Lo fundamental es que la Web ha llegado a un nivel de desarrollo (y sigue avanzando) tal, que permite con una pasmosa facilidad organizar sistemas colaborativos sumamente eficaces. Esto supone un cambio de paradigma que se puede aplicar a casi todos los ámbitos, aunque aún no es muy visible y no todos están dispuestos a aceptarlo (cambiar cuesta, a veces cuesta mucho). Recomiendo leer a Juan Freire sobre este tema.

Actualización: acabo de ver que el software recomendado para la visualización de los vídeos es VLC, un excelente reproductor que es además software libre y disponible para multitud de plataformas. El que se piense en tecnologías abiertas y universales es una muy buena señal.

viernes, 19 de septiembre de 2008

La era de Acuario

O lo que es lo mismo, de la sinrazón, superstición y Milenio 4. Es decir, de la estupidez más supina.

Y es que me he enterado de que en Turquía han bloqueado el acceso a la web de Richard Dawkins, científico prominente, escéptico y ateo militante. La causa, por la denuncia de un cuentista idiota creacionista musulmán.

Os dejo con la historia en la web de Dawkins, que vale la pena visitar:
http://richarddawkins.net/article,3128,Turkey-bans-biologist-Richard-Dawkins-website,Monsters-and-Critics

¿Y dicen que Turquía quiere entrar en la UE? Claro, que nosotros tampoco podemos presumir de ser muy ilustrados.

Los derechos humanos no son de interés público


Por ¿segunda? vez, el Ministerio de Industria, Turismo y Comercio ha denegado la emisión gratuita de un anuncio de la ONG Amnistía Internacional, por no ser "de interés público".

Manda huevos uebos.

Antes de ponerme a hablar de gobiernos sociatas hipócritas, mejor os hago un enlace al blog de Javier Armentia, que lo explica muy bien, y que vale la pena visitar por muchas razones.

martes, 2 de septiembre de 2008

Un nuevo (y prometedor) navegador en la red

Lo han hecho otra vez. Google está en trámites de sacar a la luz su nuevo navegador, llamado Google Chrome. Al parecer, querían mantener el secreto un poco más, pero alguien se equivocó y... mejor leéis la historia, mejor contada, en Google Bogloscoped y en el blog oficial de Google.

Brevemente, el nuevo navegador está basado en el trabajo de Mozilla (desarrolladores de Firefox y Thunderbird) y Safari (el navegador de Apple). Si Firefox y Safari ya son buenos de por sí, es de esperar que Chrome sea un navegador al que, como mínimo, haya que dar una oportunidad. Han desvelado bastantes cosas en un cómic : estabilidad, seguridad, rapidez. Y lo más importante, es un proyecto de código abierto, así que otros podrán aprovechar el trabajo (igual que ellos se han aprovechado del código abierto de Firefox y Safari, y estos a su vez de otros...).

Respecto a la relación con otros navegadores, tal como se comenta en John's Blog, esto no tiene por qué ser malo para Firefox. Será bueno para los usuarios: más competencia, más desarrolladores compartiendo código, productos mejores y más seguros.

Para los que no será bueno es para los que quieren seguir viviendo en la era pre-Internet. Veremos qué cara ponen los amiguitos de Redmon (esos que comercializan un sistema operativo hortera e inseguro). Ahora que Exploiter 7 por fin había conseguido mejorar con respecto a otros navegadores (aunque no mejorarlos, eso es difícil cuando todo lo que haces es copiar) y está a punto de salir la versión 8, se encuentran con un nuevo competidor que potencialmente les va a dejar muy atrás. Cuentan que IE, a pesar de estar optimizado para Windows, obtiene resultados muy mediocres cuando se compara con otros.

viernes, 22 de agosto de 2008

Libertad intelectual

Harto de leer tonterías sobre "impropiedad" intelectual, impuestos revolucionarios (canon) y sociedades mafiosas ($GAE y similares), a uno le alegra el día ver iniciativas como la adoptada por la Rockefeller University para sus publicaciones:
(pinchando sobre la imagen se llega a un artículo en JEM que explica el asunto más en detalle)

En resumen, las revistas publicadas por Rockefeller University Press (RUP) (JCB: The Journal of Cell Biology, JEM: The Journal of Experimental Medicine, y JGP: The Journal of General Physiology), y editadas por Higwire Press, pasan a tener una licencia especial: Creative Commons Attribution-Noncommercial-Share Alike 3.0 Unported License. De nuevo, en el enlace tenéis más información, pero el logo (cc) os da una pista. Al contrario que el abusado copyright [ya sabéis, (c)], que te obligan a pedir permiso para hacer cualquier cosa con una obra, las licencias de Creative Commons permiten al autor especificar qué se puede hacer, con las condiciones que se consideren oportunas, y para qué hay que pedir permiso.

Lo que ha hecho RUP es permitir que cualquiera (incluyendo los propios autores) puedan reutilizar el material de los artículos que publican, así como compartir el trabajo libremente, y eso sin tener que pedir permiso. Sólo se deben respetar tres condiciones: dar crédito (es decir, a los autores y a RUP en este caso), no utilizar para propósitos comerciales y, en caso de producir una obra derivada, utilizar el mismo tipo de licencia. N.B.: estas normas pueden no aplicarse, pero para ello hay que pedir permiso a RUP.

Cabe apuntar, por si no estaba claro, que el copyright, la propiedad de la obra, pertenece en general a las editoriales, e incluso los propios autores lo tienen a menudo crudo (al menos, sobre el papel) para incluso reutilizar su propio material (en revisiones, presentaciones, etc.). Para más información, léase a Marx en aquella parte en la que habla de la diferencia entre enajenación y alienación.

Tengo que añadir que las revistas publicadas en Higwire Press hace tiempo que han puesto sus archivos a disposición del público. Una vez que pasan de 6 a 2 años (período de "embargo"), dependiendo de la revista, se pueden bajar los artículos completos sin necesidad de bajar. Lo que ha hecho RUP es un paso más (en este caso, el período de embargo es de 6 meses), y es de esperar que otras revistas la sigan. Además, Higwire Press fue una de las primeras editoriales con revistas no "Open Access", en la que vi la opción de publicar los artículos como "Open Access", aunque de momento es una elección bastante cara.

Un motivo más para publicar en unas revistas (como éstas, éstas o éstas), y pensárselo dos veces antes de mandar nuestros trabajos a los carceleros del conocimiento (como aquí, aquí o aquí).

Tinta roja

Tengo un montón de asuntos pendientes para escribir aquí, pero hoy toca quejarme de algo.

Como tal vez sepáis, cuando se envía un trabajo para ser publicado en una revista científica, éste pasa primero por lo que se llama el peer review, esto es, revisión por pares. Hay gente a la que no le gusta la expresión revisión por pares, pensando tal vez que se trata de una malatraducción, una confusión del tipo false friend (palabras de distintos idiomas cuya grafía es similar, pero sus significados muy diferentes). Sin embargo, la primera acepción de par en el diccionario de la RAE es:

1. adj. Igual o semejante totalmente.

Con lo cual, revisión por pares me parece correcta. ¿A qué esta digresión? Pues porque lo que sucede es que el editor de la revista manda tu trabajo a varios (generalmente dos) revisores, que son científicos de tu misma área (es decir, tus pares o iguales). Estos revisan el trabajo críticamente y envían al editor su parecer sobre el destino del trabajo (aceptado o rechazado) y, lo que es más importante, sugerencias y correcciones.

A mí me llegan tales peticiones de vez en cuando, e intento esmerarme (o lo intento), sobre todo en la parte de las sugerencias. Es una actividad que, excepto en el caso de revistas realmente importantes, se hace gratuitamente, y sacrificando un tiempo muy valioso. Se hace porque el sistema de peer review es, de momento, el mejor sistema para asegurar un cierto filtrado, y es lo que da cierta garantía a las revistas científicas. Y es una buena actividad para desarrollar el sentido crítico, y mejorar los trabajos propios.

Recientemente me ha llegado una petición, y la he rechazado nada más abrir el PDF. No ha tenido nada que ver con la calidad del trabajo. De hecho, ni lo he leído, ni he rechazado el trabajo en sí. He rechazado realizar la revisión. El manuscrito estaba escrito con tinta roja.

No es superstición. La razón es simplemente que un texto en rojo es difícil de leer, y que no cuesta absolutamente nada cambiar el color del texto en un procesador de textos. El enviarlo así demuestra una falta de tacto considerable por parte de los autores, así como falta de cuidado. Y es que el aspecto, redacción, lenguaje, etc., en suma, el estilo del manuscrito, cuenta mucho en la actitud del revisor. Sea tu trabajo bueno o malo, al menos haz la revisión agradable, que es una actividad voluntaria y sin compensación económica.

Claro, que cierta culpa la tienen los editores de las revistas, que muchas veces son demasiado tolerantes con los autores en este aspecto. En primer lugar, todas las revistas tienen sus normas para la redacción de trabajos, que pueden ser tremendamente detallistas, como en esta revista. Sin embargo, a menudo uno se encuentra con artículos que no respetan las normas más básicas. ¿Cómo vas a decir a un autor dónde debe hacer una corrección, si no ha numerado las líneas del trabajo?

jueves, 7 de agosto de 2008

Antivirus

Aprovecho que he estado haciendo algunas indagaciones por ahí, para pasar alguna información sobre antivirus.

He de decir que es un tema que desconozco, ya que desde hace 5 años no trabajo más que con Mac OS X y Linux. Sin embargo, los virus los sufrimos todos, ya que a menudo producen tráfico de red e intentos de ataque a máquinas al azar, con lo cual la conexión a Internet se ralentiza.

Usuarios de Windows: no olvidéis que el peor problema no es que el ordenador vaya más lento o se borre el disco duro, sino que buena parte de los virus/troyanos se dedican a vigilar vuestra actividad y a mandar datos a los spammers, en el mejor de los casos. En el peor, mandarán vuestras contraseñas y números de tarjetas de crédito.

La primera reseña es sobre una página del sitio web de Alerta-Antivirus.es, que trata sobre productos antivirus gratuitos. Desconozco las prestaciones de los productos listados, pero me han llegado críticas muy malas de algunos de ellos, principalmente por copar los recursos del sistema (siendo peor tener el antivirus que el propio virus).

Sin embargo, en esa lista no aparecen dos productos muy interesantes. El primero es el avast! Home Edition. avast! comercializa varios productos, y su versión doméstica, que tiene bastante buen aspecto, se puede descargar sin coste ni limitaciones.

Otra opción interesante es ClamWin. No es sólo gratis, sino además libre. Es decir, el código está disponible para todos y no hay limitaciones tipo patentes, etc. Está basado en ClamAV, un antivirus multiplataforma. Lo que han hecho con ClamWin es dar a ClamAV una envoltura amigable, ejecutable en Windows y, si no me equivoco, con algunas características típicas de los antivirus habituales (integración con clientes de correo, buscador de virus en demanda, etc.). Aunque no parece tan completo como los otros, el que sea libre da cierta confianza, tanto en la bondad de su diseño (nunca sabes lo que se ha programado realmente en otros antivirus) como en que en el futuro se produzcan mejoras significativas.

En el mundo de los virus informáticos, como en el nuestro, es mejor prevenir que curar. Windows es una plataforma muy vulnerable (no voy a decir que se deje de usar, pero no está nunca de más hacer alguna prueba con Linux, o incluso Mac OS X), así que hay que tomar ciertas medidas. El punto de entrada más frecuente de virus es mediante la navegación web o por el correo electrónico. Por lo tanto:
  • Aunque Internet Explorer ha mejorado mucho en cuanto a seguridad (o eso esperamos), hay otras opciones mucho más convenientes en el mercado. Firefox, Opera o Safari son con mucho más fiables, tanto en seguridad como en velocidad y prestaciones (parece increíble, pero el navegador que viene con Windows parece ser bastante inferior).
  • Sustituye Outlook por Thunderbird, por ejemplo; además, visualizar mensajes en texto sin formato (es decir, no en HTML), no descargar imágenes ni otros objetos automáticamente de sitios externos y descargar los adjuntos a una carpeta en vez de abrirlos directamente son prácticas que evitarán muchos problemas.
N. B.: Firefox y Thunderbird, y Safari en parte, son software libre, razón de más para usarlos. Además, Firefox y Thunderbird tienen gran cantidad de plugins y complementos, con posibilidades de personalización inacabables.

miércoles, 6 de agosto de 2008

Uptime

Hoy toca reiniciar el ordenador. No lo hago porque realmente lo necesite, pero la sincronización con la PDA se corta cuando uso el USB. Sospecho que el programa de sincronización (propietario) tiene algún problemilla, y que se solucionará durante el reinicio el sistema.

Para la posteridad, he aquí lo que me indica la orden uptime:

2:07PM funcionando 34 days 1:02, 5 users, carga promedio: 0,53, 0,68, 0,71


Y he aquí el resultado de uname -a, para los curiosos:

Darwin Rosalind.local 9.4.0 Darwin Kernel Version 9.4.0: Mon Jun 9 19:30:53 PDT 2008; root:xnu-1228.5.20~1/RELEASE_I386 i386 i386 MacBookPro4,1 Darwin

Sí, un MacBook Pro (con 4 GB de RAM) y Mac OS X 10.5.4. Una buena inversión (y ahora, Mac OS X Leopard es oficialmente UNIX).

sábado, 19 de julio de 2008

La falacia de las vacas

La cría de ganado vacuno emite más CO2 que el tráfico aéreo. Anuncio de las compañías aéreas. Falaz como pocos.

Sin pararnos a comprobar la veracidad de la proposición en sí, vamos a ver que estamos comparando peras con manzanas. Se trata de una falsa analogía, y, como tal, vamos a refutarla haciendo evidente las diferencias entre los dos casos.

En la naturaleza existe el llamado ciclo del carbono (igual que existe el del agua, nitrógeno, etc.). Considerando sólo los seres vivos, sabemos que casi todos emiten CO2 como consecuencia de la respiración. Este CO2 es captado por los organismos fotosintéticos y fijado en forma de compuestos orgánicos, que son eventualmente oxidados, volviendo el carbono a la atmósfera como CO2.

Este es un ciclo cerrado. Nada entra, nada sale. El flujo neto de CO2 es 0.

Por supuesto, en este ciclo influyen factores geológicos. El CO2 puede disolverse en el agua y acabar precipitando como carbonato, formando rocas calizas. Estas rocas pueden acabar liberando el CO2. Restos orgánicos con toneladas de carbono fijado pueden ser enterrados por sedimentos y formar yacimientos de carbón o petróleo, reduciendo el carbono disponible para los organismos vivos. A su vez, estos depósitos de carbón e hidrocarburos pueden aflorar naturalmente y, mediante combustión o la oxidación de microorganismos, liberar CO2. Estos factores pueden ocasionar variaciones netas del CO2, pero ocurren a escala geológica, es decir, sólo cuando comparamos períodos separados por miles o millones de años.

Volvamos a la comparación entre vacas y aviones. La razón de que la analogía no sea válida es que las vacas se encuentran en el ciclo del CO2 correspondiente a los seres vivos, mientras que los aviones forman parte de las actividades que han alterado el ciclo geológico.

Las vacas comen hierba. El carbono de la hierba es oxidado por las bacterias del estómago de las vacas y por las vacas mismas, y vuelve a la atmósfera como CO2. Sin embargo, la hierba del prado vuelve a crecer, y para ello fija una cantidad equivalente de CO2. El resultado neto es 0 (aunque luego haré una puntualización).

Los aviones comen queroseno, extraído del petróleo. El petróleo se extrae de depósitos geológicos que han estado durante millones de años aislados de la biosfera. Todo ese carbono ancestral es oxidado a CO2, que se libera a la atmósfera. El resultado neto no es 0, sino que hay un incremento del CO2 atmosférico. Se puede decir que, a escala geológica, el resultado neto es también 0, pero la biosfera no funciona en la escala geológica, o, al menos, no nos interesa que funcione así. Cambios de esta escala pueden ocasionar variaciones bruscas a corto plazo, como el cambio climático.

Por lo tanto, las vacas y los aviones no son comparables, porque el CO2 que emiten no viene del mismo sitio. Cabe considerar que la cría de vacas produce CO2 extra porque requiere electricidad, combustible para maquinaria, etc.. Sin embargo, esto es hacer trampa de nuevo, ya que el uso de estos recursos no es exclusivo de la ganadería, y de la misma manera se podría criticar cualquier otra actividad (reducción al absurdo).

Como punto final, la puntualización que prometí. Las vacas producen metano. Realmente no son las vacas, sino las bacterias de su estómago. El problema es que el metano es un gas que produce también efecto invernadero, y más eficientemente que el CO2. Esto puede ser un problema y un motivo para regular la ganadería bovina, o como incentivo para mejorarla (¿bacterias modificadas para producir menos metano?), pero no hace que el nuevo lema de las compañías aéreas sea más cierto.

viernes, 4 de julio de 2008

Con Z de PrecariedaZ

Cambiando todo para no cambiar nada.

Así seguimos, sin medidas concretas y valientes para afrontar el problema de la I+D en España. Después de las lindas palabras de la Ministra de Ciencia e Innovación, llega nuestro nuevo Subsecretario de Estado de Investigación y nos cuenta que las cosas no están tan mal para los jóvenes científicos.

Teniendo en cuenta otras lindezas que dijo cuando era director del CSIC, no nos extraña mucho. Pero con la autocomplacencia no llegamos a ninguna parte.

Mientras tanto, seguiremos alargando la lista de mentiras.

lunes, 30 de junio de 2008

Ordenadores de laboratorio: Portátil vs. Desktop

El motivo de escribir esta entrada es el exponer una serie de consideraciones sobre la conveniencia de usar portátiles en los laboratorios, para controlar otros instrumentos. A primera vista, podría parecer que los portátiles son convenientes, puesto que:
  • Ocupan poco espacio.
  • Se pueden trasladar fácilmente, por lo que son muy útiles, sobre todo, en caso de tener que hacer trabajo de campo.
Sin embargo, la tesis que defenderé aquí es que los portátiles no son convenientes para este uso. Mi opinión está muy sesgada hacia esta tesis (aunque creo que por buenas razones), por lo que puede que no sea ecuánime. Os animo a que opinéis en los comentarios a la entrada.

La huella.

Denomino "huella" al espacio físico que ocupa un objeto en el laboratorio al proyectarlo sobre la mesa o bancada de laboratorio. ¿Qué ocupa más espacio, un ordenador de escritorio (a partir de ahora, desktop), o un portátil? A primera vista, podría parecer que el desktop, pero yo no lo veo tan claro. Tenemos los siguientes hechos:
  • La huella de una pantalla TFT, incluso de gran formato, es mínima. En caso de necesitar espacio, se la puede empujar hacia el espacio más alejado de la bancada. Hay que darse cuenta de que estamos hablando de portátiles de 15", en cuanto a una huella aceptable. Uno de 17" incrementa natablemente su precio (ver más abajo), así como su huella, mientras que una pantalla TFT de 17" o 19" no ocupa mucho más espacio que una de 15", pero la funcionalidad es mucho mayor.
  • Una "caja" de ordenador no tiene por qué ocupar mucho espacio. Actualmente existe el formato minitorre, incluso menores. De hecho, disponiendo la caja sobre el estante de la bancada, la huella de una semitorre (el formato más habitual), es bastante pequeño.
  • Las tecnologías inalámbricas permiten reducir el número de cables y disponer teclado, ratón y otros periféricos como sea más conveniente. Aquí el desktop tiene una gran ventaja sobre el portátil. La huella del portátil es siempre la misma, pero un teclado inalámbrico puede apartarse rápidamente y colocarse en cualquier lugar. ¿Es más fácil retirar un portátil? No lo creo así. Además, muchas aplicaciones se pueden manejar utilizando únicamente el ratón. Con un portátil, uno está "condenado" a perder espacio de la mesa con la base del portátil, mientras que con un desktop, uno puede apartar el teclado y quedarse con el ratón y monitor únicamente.
  • Muchas veces los instrumentos requieren alimentación a través del cable de datos, pero los portátiles no pueden proporcionársela. Un ejemplo es el de muchas cámaras firewire. Salvo excepciones (que se pagan, y luego están los Apple), los portátiles no cuentan con puertos firewire alimentados. Esto incrementa la huella del portátil con un cable y transformador de más. Y los cables son los elementos más molestos, sin duda. Ya no hablamos cuando el sistema requiere tarjetas dedicadas, etc.
Imagen en perspectiva y paralela (vista desde arriba) de una clásica meseta de laboratorio, con un microscopio, un portátil de 15" y un desktop compuesto por minitorre, TFT de 17", teclado compacto y ratón (inalámbricos). Hay que considerar que la alimentación del portátil ocuparía un espacio extra, y que el portátil podría tener un ratón conectado.



Comparativa de la "huella" del portátil cerrado y del desktop recogido (con el teclado y ratón junto al monitor). Se puede comprobar que la "huella" es similar.



Uso de software que (casi) sólo requiera el uso del ratón. La ventaja de usar un desktop es evidente.

El precio

A la misma potencia y prestaciones, un portátil siempre es mucho más caro. Dicho de otra manera, por el mismo precio se puede conseguir un desktop más potente.

Por otra parte, un portátil barato no suele dar buen resultado. Dejando a un lado los fallos de componentes, un peso excesivo o una batería con poca duración anula su propia condición de portátil.

Las reparaciones y actualizaciones son también más baratas en un desktop. Un elemento muy importante son los componentes que se requieren para que el instrumento en cuestión se pueda manejar desde el portátil. En muchos casos su precio es varias veces superior a su equivalente de desktop, y a veces simplemente localizarlo requiere un esfuerzo y tiempo considerables. Como experiencia personal, una tarjeta firewire alimentada cuesta unos 15 € si es para desktop (PCI), y se puede encontrar en cualquier establecimiento de informática. Si es para portátil, hay que comprar una PCMCIA con entrada para alimentación. Cuesta 45 € (tirando para abajo), hay que comprar el transformador aparte (y cuidado con que sea del voltaje y amperaje adecuados, y que tenga bien la polaridad del conector), y cuesta muchísimo encontrarlo. En estos momentos tenemos un hub firewire alimentado, porque no pudimos localizar la PCMCIA cuando se nos estropeó la anterior. El hub costó caro (no tanto como la tarjeta),y ahora tenemos el cable firewire, el de conexión entre el portátil y el hub y el cable del transformador.

Tecnología y usabilidad

Lo primero de todo, un desktop es siempre más ergonómico. Es decir, puedes disponer pantalla y teclado como más te convenga y más cómodo sea de usar.

La mayoría de los portátiles se venden actualmente con pantalla "de alto contraste". Es decir, que refleja. Estupendo para ver vídeos y fotos si no hay mucha luz, pero horrible para trabajar. Después del síndrome de los 60 Hz (la mayoría de la gente trabaja con su monitor CRT a 60 Hz, y ni se enteran de que lo pueden aumentar, ni de que esto es la causa de su irritación de ojos y dolor de cabeza), ahora vendrá el síndrome "espejito, espejito".

Pequeño inciso: después de años avanzando en la eliminación de reflejos en los monitores CRT, vienen y nos colocan TFT —que originalmente reflejaban poco— con reflejos. Ver para creer.

Cuidado, que también están vendiendo monitores con ese tipo de "tecnología" (y todavía si es un MacCinema...). El problema es que en los portátiles no suele haber mucha elección. Si no lo pides explícitamente con pantalla sin reflejos (vamos, TFT normal), te colocan una con reflejos, y a contemplar los fluorescentes del laboratorio (y tu cara) sobre tus datos. Y pensar que yo he llegado a utilizar mi portátil de pantalla mate con la luz del sol a la espalda.

Otro problema tecnológico que he comentado en los apartados anteriores es la diferencia de periféricos. Un portátil, por muchos puertos USB que tenga, siempre estará más limitado.

Y actualiza tú mismo un portátil... un cambio de disco duro o grabadora de DVD requiere 10 min en un desktop. En un portátil puede ser toda una aventura (paradójicamente, está chupado modificar un portátil Apple).

Movilidad

Este es el único aspecto en el que el portátil puede ganar al desktop. Sin embargo, sólo si se cumple alguna o varias de estas condiciones:
  • Si realmente se requiere movilidad, es decir, tener que transportar a pulso el portátil de un lugar a otro y varias veces en poco tiempo (pero ojo, nada de comprar un portátil "baratito", que pese más de 3 kg).
  • Si no se dispone de fuente de alimentación (pero ojo, nada de comprar un portátil "baratito", a menos que se trate de usarlo menos de 30 min seguidos).
En caso de que se trate simplemente de trasladar el equipo a otro laboratorio, donde permanecerá al menos por un día de trabajo, o en un laboratorio móvil, vale la pena el desktop. Una minitorre, un TFT y un teclado y ratón representan más espacio y peso en un vehículo, pero tampoco es excesivo. El tiempo de montaje es menor de 5 min, y, una vez montado, la comodidad y potencia (y, posiblemente, ahorro de cables, ver arriba) compensan con mucho el inconveniente.

Conclusiones

He expuesto varias razones de por qué es más conveniente usar desktops en vez de portátiles en el laboratorio. En resumen, estas son las ventajas:
  • Menor "huella".
  • Mejor usabilidad.
  • En muchos casos, similar "portabilidad".
  • Menor precio, o mayor potencia por el mismo precio.
  • Ventajas tecnológicas.
  • Más fácil —y barato— de actualizar.

¿Se creen que somos tontos?

Veo esta noticia publicada. Leedla, no tiene desperdicio:
http://www.elpais.com/articulo/sociedad/Gobierno/revisa/baja/plazas/cientificos/2009/elpepusoc/20080629elpepisoc_3/Tes

Ángel hace un comentario en Golem Blog. Yo hago otro:

Señor Martínez: ¿se cree que los investigadores nos chupamos el dedo?

No se puede recortar en I+D, sobre todo cuando es tan patética como en España. Precisamente, lo único que puede ayudarnos a amortiguar ésta y futuras crisis.

Vaya y dígaselo a sus colegas del gobierno, Señor Subsecretario. Y de paso, recuerde a la Ministra que nos explique su fórmula mágica para que la I+D privada se ponga en marcha de forma masiva.
Y luego vuelve y nos cuenta. Pero hablando claro y sin vacilar, ni causar risa.

miércoles, 4 de junio de 2008

El programa postdoc del MICINN: una propuesta

El programa postdoc del ministerio (de educación, ciencia, innovación..., lo que toque en cada legislatura) es el paradigma de convocatoria obsoleta. Fue creado en una época en la que había que mandar gente fuera como fuese, tal era el panorama de la I+D española, y si no era fácil regresar... bueno, con pocos que consiguiesen regresar y conseguir un puesto de investigador, ya se consideraba amortizado el gasto del programa.

N. B.: ¿por qué era tan complicado regresar? No tanto porque no hubiese sitio, sino porque las plazas permanentes eran copadas por los favoritos de turno, que no necesitaban ni marcharse fuera. Con seguir haciendo la pelota al catedrático de turno, tarde o temprano caía la plaza.


La propuesta para la modernización de este programa no vale nada por sí sola. Recomiendo leer mi post anterior sobre el tema, si es que no se ha hecho aún. No obstante, valdría la pena mejorar esta convocatoria en concreto, por su significación.

Cabe destacar que en este momento hay convocatorias postdoc en España que superan a la del ministerio. Por ejemplo, en Galicia se ofrece el programa "Ángeles Alvariño" (¡gracias Lidia!). En este programa, los grupos de investigación ofertan plazas con cierto perfil, y los beneficiarios del programa (que es competitivo) eligen las plazas que se ajustan a su perfil (tres, en orden de preferencia). Pues bien, una de las condiciones del programa es que el postdoc realice como mínimo 24 meses de estancias fuera del centro de destino (se complementa con una bolsa de viaje). El programa es flexible en esto: se pueden contar estancias anteriores, o bien se puede estar fuera hasta los tres años de contrato que ofrece el programa.

Esta propuesta es el producto de un largo debate entre diversos miembros de la FJI/Precarios en su lista estatal (aquí, los mensajes de la discusión). La verdad es que ha sido un debate muy interesante (y aún puede dar más de sí), y recomiendo echar un vistazo a los mensajes. Voy a presentar dos opciones, una resultante de un hilo del debate que abrí yo mismo, y otra más similar a la planteada por el programa "Ángeles Alvariño".

Ante todo, una convocatoria competitiva dirigida a financiar el sueldo de un investigador debe ser:
  • Abierta y transparente. Es decir, la convocatoria debe informar de los métodos y criterios de evaluación, y deben hacerse públicos los resultados de tal evaluación; cada candidato debe tener acceso a los resultados, detallados y razonados, de su evaluación.
  • Meritocrática. Es decir, no vale que se tenga preferencia por determinada nacionalidad o por haber estudiado en un sitio determinado (salvo que el prestigio del centro lo valga).
  • Flexible. Si bien se pueden poner condiciones en cuestiones de movilidad, fechas de incorporación al centro de trabajo, interrupciones de la actividad, etc., estas deben ser siempre flexibles.
  • Y debe asegurar que el investigador reciba todos los beneficios de cualquier otro trabajador.
Siguiendo estas directrices, y, asumiendo que el objetivo del este programa fuese (invención propia):
Incentivar la movilidad de investigadores que han concluido recientemente su etapa inicial, financiando su sueldo mientras realizan su labor en en centros y grupos extranjeros altamente reconocidos en sus respectivas áreas, y que los conocimientos y experiencia sean aplicados en centros españoles, con el objetivo de mejorar el nivel y la competitividad del sistema español de I+D.

Pues obviamente hay que realizar mejoras profundas. Vamos a por ellas en una primera propuesta:
  1. Contratar. Parece de cajón, pero hasta ahora se daba una beca, se contrataba un seguro médico privado y a despreocuparse del tema. ¿Quién contrata? Lo menos complicado sería que contratase una fundación dependiente del Ministerio, ahora mismo, la FECYT. De esta manera nos evitamos problemas que surjirían si contratase un centro de investigación o una universidad española. Aunque tampoco habría que poner pegas si los centros extranjeros se ofrecen a contratar, siempre que se aseguren los beneficios sociales y que las cotizaciones sean fácilmente transferibles al sistema de Seguridad Social español.
  2. Asegurar que el investigador tiene un estátus adecuado en el centro extranjero. Es decir, que tiene las mismas oportunidades e independencia que un postdoc nativo.
  3. Ampliar la duración del programa: el programa postdoc del MICINN sólo paga dos años en el extranjero. Dos años no es mucho tiempo cuando uno tiene que desarrollar un proyecto de investigación, y más aún si se dedica a otras cosas (docencia, solicitud de proyectos, otras actividades paralelas a la investigación). Y además, el segundo año va a estar dedicado en parte a buscar otro medio de sustento para el siguiente año. Entre unas cosas y otras, menos tiempo para el trabajo.
  4. Esta ampliación se podría realizar permitiendo una ampliación de hasta otros dos años, concedida previa evaluación de la actividad anterior.
  5. En cualquier caso, cada contrato debería llevar incorporado un año de financiación para ser contratado por un centro español (de nuevo, previa evaluación positiva, tanto del investigador como del centro*). De esta manera, el sistema de I+D español empezaría a aprovechar la experiencia de este investigador. Otro objetivo fundamental de este año sería que se reforzasen los vínculos con el grupo y el centro español, con el fin de asegurar su continuidad. Por supuesto, el investigador tendría la consideración adecuada en el centro, de acuerdo con su actividad y experiencia, así como para pedir proyectos, etc.
  6. Durante toda la estancia se facilitaría el contacto del investigador con grupos españoles (por ejemplo, mediante la creación de redes). Además, habría que mejorar la opción del programa para realizar estancias en España (actualmente, sólo un mes por año y con una exigua bolsa de viaje). Esto permitiría al investigador entrar en contacto con uno o varios grupos españoles y poder considerar la idoneidad de unos y otros para su incorporación futura.
Y, hecha esta primera propuesta, vayamos a por la segunda:
  1. La mayor parte de lo dicho para la primera propuesta cabría también en el concepto de esta otra.
  2. La mayor diferencia está en que el núcleo principal se basaría en el "Ángeles Alvariño". El investigador sería contratado y trabajaría en un centro español*. Sin embargo, debería cumplir un período mínimo en un centro extranjero de prestigio. Para ello, el programa se acompañaría de bolsas de viaje. Estas estancias podrían realizarse en cualquier momento, no necesariamente desde el principio del programa.
  3. Las estancias servirían para desarrollar uno o varios proyectos del grupo de investigación español (sin objeción a que el investigador solicite o participe en otros).
  4. La duración del contrato podría ser flexible, como en la primera propuesta. Una buena opción serían tres años, ampliado a uno más si se considera necesario. Igualmente, podría establecerse un período de estancias en el extranjero de dos años como mínimo, aunque se podría justificar un período menor, o ampliarse al menos un año más.
La gran ventaja de este sistema es que desde el primer momento un proyecto español se beneficia de la experiencia adquirida por el investigador, y puede llegar a ser más flexible que el anterior. De hecho, este programa se parece mucho a la combinación del programa Juan de la Cierva, para realizar el postdoc en España, con el programa José Castillejo, que financia estancias en el extranjero a jóvenes investigadores contratados en España. Las particularidades de nuestra propuesta son que las bolsas de viaje ya van incluidas en el programa, y que el objetivo es que estas estancias ocupen casi todo el período del programa.

En cualquier caso, no nos olvidemos de lo que mencioné en mis entradas anteriores: por muy buena que sea una convocatoria, de nada vale si no solucionamos los múltiples problemas del sistema investigador español.

A opinar sobre el tema.

* En esta evaluación, se debería considerar negativamente que el centro fuese aquel en el que el investigador realizó su etapa inicial y/o su tesis doctoral. La endogamia es un problema muy importante en España, y aún hay una desagradable tendencia al favoritismo por motivos personales y no de mérito. En general, hay una relación muy estrecha entre el crecimiento de la endogamia y la "vuelta" al centro de tesis, y muy poca relación entre este hecho y la calidad del centro o de grupo de tesis. Sin embargo, no creo que las medidas coercitivas sean razonables. Considerando este hecho en la evaluación, sin descartarlo previamente, sería razonable la contratación en el centro de tesis si se presenta como evidente la singularidad o la alta calidad del grupo receptor en el área correspondiente, dentro de la I+D nacional.

martes, 3 de junio de 2008

El programa postdoc del MICINN: una propuesta (introducción)

Habíamos dejado el tema de la convocatoria postdoc del MICINN salvada por los pelos de la ruina total. Ahora es el momento de hacer crítica constructiva y proponer una alternativa. Pero antes debemos introducir apropiadamente el tema.

Quede claro que ninguna mejora a una convocatoria concreta —ni a todas las convocatorias, por cierto— va a arreglar el sistema de I+D español. Este requiere de reformas más profundas, que no se podrán acometer mientras que la mentalidad (de los de arriba y de los de abajo) no cambie.

Podemos ejemplificar con un símil literario. Un libro puede contener una página realmente brillante, una joya de la literatura. Pero si el libro en su conjunto es basura, la página no convertirá al libro en una obra de arte. Es más, la página se verá degradada por su entorno, y el esfuerzo dedicado a escribirla habrá sido inútil. El sistema de I+D español es un libro bastante malo en el que en los últimos 30 años se han ido insertando capítulos más o menos afortunados, pero no se ha conseguido que el libro llegue a ser entretenido siquiera (de ahí que muchos elijan otros).

Y clama al cielo que la gestión de los recursos humanos en la investigación española se base en una gran masa de doctorandos y en unos cuántos profesores e investigadores funcionarios para dirigirlos... sin prácticamente nadie en medio. A la gran pregunta de si hay futuro para esos doctorandos, la respuesta es que para gran parte no, sencillamente porque no se puede pretender que todos (ni la mayoría) quepan en el nivel de sus jefes. Al sistema de I+D español le faltan investigadores (55000 según las estimaciones más optimistas), pero estos investigadores son licenciados, postdocs, investigadores experimentados de nivel medio, personal de apoyo. El I+D español es como un equipo de construcción en el que sólo hubiese los peones y el arquitecto, y no hubiese capataces, aparejadores, delineantes ni jefes de obra.

Y buena parte del problema está en la forma de reclutar a estos recursos humanos. En gran medida, se hace mediante convocatorias más o menos competitivas. El funcionamiento es simple en teoría, más o menos caótico en la práctica: se publican unas bases, los candidatos presentan papeles (causándoles diversos grados de transtorno y pérdida de tiempo) y, tras la evaluación, los seleccionados consiguen su beca o contrato. Tradicionalmente, estas convocatorias han conllevado grandes problemas para los "afortunados" investigadores que las "disfrutaban": falta de beneficios sociales (becas), retrasos en pagos, rigidez en fechas de inicio y fin de los pagos, etc. Paralelamente (y para más INRI, sobre todo en España), se producía el efecto que yo llamo de "tierra de nadie": siendo pagados por otra institución, el centro de trabajo ignoraba completamente a estos investigadores, lo que se convertía en terreno abonado para todo tipo de abusos, ausencia de beneficios comunes a otros trabajadores (cursos, protección contra riesgos laborales, etc.). La lista puede ser muy larga.

Pero los efectos perniciosos de estas convocatorias no se quedan aquí. Los centros se acostumbraron de mala manera a la mano de obra gratuíta (aunque siempre considerada "extraña"). Por ejemplo, los investigadores contratados a través de programas sumamente competitivos, como el Juan de la Cierva o Ramón y Cajal, que deberían haber sido tratados como investigadores de excelencia, se encontraron con un panorama de ausencia de derechos y posibilidades (en los peores casos, tratados como becarios, en el peor sentido de la palabra). Estos programas —haciendo un inciso— pueden considerarse un fracaso en una potencialidad que tal vez sus creadores no imaginaron: no han conseguido que los centros de investigación se acostumbren a contratar postdocs e investigadores senior por sí mismos; incluso en estos momentos muchos centros siguen sin considerarlos en su planificación de recursos humanos. No obstante, la actitud parece que cambia lentamente... puede que el ejemplo acabe cundiendo.

Pero volviendo al tema. Si no convocatorias, ¿qué? Pues, simplemente, recursos para los centros y los grupos de investigación, para que sean ellos mismos los que contraten a sus investigadores, según sus necesidades. Dicho esto, los que no se lleven las manos a la cabeza estarán sonriendo irónicamente (y los que estén exhibiendo una sonrisa golosa, váyanse a tomar por culo, népotistas simoníacos). Seguramente penséis que, con nuestra propensión tan hispana a la picardía, al peloteo y al amiguismo, y con los antecedentes y prácticas habituales en nuestras universidades y demás centros de I+D públicos (sí, aquí no se salva nadie), malamente se iba a utilizar ese dinero para contratar a los mejores. Efectivamente, un cambio de este tipo no serviría más que cambiar otro capítulo del libro. Pero no estamos considerando cambios puntuales, sino de cambiar todo el entorno del I+D español. Tenemos que auditar la investigación y, donde proceda, la docencia (basta de medir el nivel de las universidades por kilo de alumno). Y hacerlo de manera inteligente, sin la burocracia que agobia a nuestros investigadores.

Y, ante todo, tenemos que aprender a sacar la basura. El que tenga cerebro, que entienda.

Si los centros y grupos contratan directamente a estos investigadores postdoc y senior, habremos ganado dos cosas muy importantes. Primero, tendremos investigadores de nivel medio y medio-alto (considerando a los licenciados recién llegados como "bajo" y a los jefes de grupo como "alto", sin que estas palabras tengan más connotaciones), fundamentales para que la investigación funcione. Y segundo, los centros y grupos aprenderán un poco de responsabilidad y, tal vez, un poco más sobre gestión eficiente de los recursos humanos.

¿Las convocatorias deberían desaparecer? Pues no. Siendo competitivas, deben quedar para los investigadores especialmente brillantes. Esto significa que estas convocatorias deberían ser realmente miniproyectos de investigación, de los que saldría el sueldo para el investigador y beneficios extra (dietas, compra de equipamiento, bibliografía, etc.). Y, por supuesto, los centros de trabajo deben reconocer a estos investigadores por lo que valen (de nuevo, cuando la financiación dependa muy estrechamente de la productividad, ya pelearán por los mejores).

Y en este punto, podemos volver a nuestra propuesta para el programa postdoc del MICINN, a la que dedicaremos otro post.

viernes, 23 de mayo de 2008

La muerte del programa postdoc-SGU del MICINN

Nota aclaratoria: según parece, el Ministerio asegura que no habrá preferencia hacia los candidatos que tengan un centro dispuesto a contratar. Concedamos el beneficio de la duda, por el momento. No obstante, el resto de las críticas de este post siguen siendo válidas.

Aclaración previa: por abreviar, cuando hable del programa postdoc o del postdoc, me referiré al programa postdoc de la Subsecretaría General de Universidades (SGU) del MICINN; explico esto para evitar confusiones con otros programas postdoc del Ministerio (como el Juan de la Cierva).


El programa postoc de la SGU está muriendo. Rectifico, lo están asesinando.

Prometí hace unos días presentar una alternativa al deficiente plan que proponía el Ministerio. Ahora creo que un cambio es más necesario que nunca.

¿Qué ha sucedido?

Como mencioné, la SGU había, por fin, decidido que todos los "beneficiarios" del programa estuviesen contratados. La solución propuesta, la peor de las consideradas por la FJI/Precarios: que fuesen universidades y centros de adscripción españoles los que contraten a los investigadores, mientras estos realizan su trabajo en el extranjero. Sólo si no hubiese centro dispuesto a contratar, el investigador sería contratado a través de la FECYT.

Malas noticias:
  • Parece que la mayoría de los centros no están dispuestos a contratar.
  • Los que van a contratar ponen condiciones, o plantean dificultades realmente graves. Por ejemplo, en el caso del CSIC, el convenio fija como salario una cantidad superior a la cuantía concedida por la convocatoria postdoc. Es decir, un grupo de investigación debería poner el dinero que faltase, hasta llegar a la cantidad del convenio. Imagino las carcajadas: "por favor, contribuid al salario de una persona que no va a trabajar para vosotros; más aún, que posiblemente trabaje para la competencia".
Además, es probable que la mayor parte de los centros que gestionen los contratos lo hagan porque el candidato haya realizado la tesis en ese mismo centro. Esto arroja dudas sobre la independencia del postdoc, su desvinculación del centro. Peor aún, que esto sea un refuerzo más para que la estancia en el extranjero se considere sólo una pausa en la actividad del investigador en su grupo de tesis. Dicho con otras palabras, se promociona la endogamia.

Sin embargo, esto no es lo que está matando al programa postdoc. Es algo más grave, que está siendo perpretado desde la SGU mientras escribo esta entrada.

Según parece, la SGU está informando que si un candidato consigue un centro de adscripción, que gestione su contrato mientras esté en el extranjero, tendrá más posibilidades de éxito. Esto agrava la situación, ya que obliga a todos los candidatos a someterse a las condiciones de los centros y grupos que se ofrezcan a "recomendarle", y sin dejar otra opción, ya que sin padrino se corre el peligro de perder el contrato antes de entrar a concurso. El prestigio del programa desaparecería. Ya no se podría hablar de un programa competitivo, cuyos beneficiarios lo son por sus muchos méritos.

La cuestión no es qué es lo que pretende la SGU, sino qué se han tomado en la SGU.