Aclaración previa: por abreviar, cuando hable del programa postdoc o del postdoc, me referiré al programa postdoc de la Subsecretaría General de Universidades (SGU) del MICINN; explico esto para evitar confusiones con otros programas postdoc del Ministerio (como el Juan de la Cierva).
El programa postoc de la SGU está muriendo. Rectifico, lo están asesinando.
Prometí hace unos días presentar una alternativa al deficiente plan que proponía el Ministerio. Ahora creo que un cambio es más necesario que nunca.
¿Qué ha sucedido?
Como mencioné, la SGU había, por fin, decidido que todos los "beneficiarios" del programa estuviesen contratados. La solución propuesta, la peor de las consideradas por la FJI/Precarios: que fuesen universidades y centros de adscripción españoles los que contraten a los investigadores, mientras estos realizan su trabajo en el extranjero. Sólo si no hubiese centro dispuesto a contratar, el investigador sería contratado a través de la FECYT.
Malas noticias:
- Parece que la mayoría de los centros no están dispuestos a contratar.
- Los que van a contratar ponen condiciones, o plantean dificultades realmente graves. Por ejemplo, en el caso del CSIC, el convenio fija como salario una cantidad superior a la cuantía concedida por la convocatoria postdoc. Es decir, un grupo de investigación debería poner el dinero que faltase, hasta llegar a la cantidad del convenio. Imagino las carcajadas: "por favor, contribuid al salario de una persona que no va a trabajar para vosotros; más aún, que posiblemente trabaje para la competencia".
Sin embargo, esto no es lo que está matando al programa postdoc. Es algo más grave, que está siendo perpretado desde la SGU mientras escribo esta entrada.
Según parece, la SGU está informando que si un candidato consigue un centro de adscripción, que gestione su contrato mientras esté en el extranjero, tendrá más posibilidades de éxito. Esto agrava la situación, ya que obliga a todos los candidatos a someterse a las condiciones de los centros y grupos que se ofrezcan a "recomendarle", y sin dejar otra opción, ya que sin padrino se corre el peligro de perder el contrato antes de entrar a concurso. El prestigio del programa desaparecería. Ya no se podría hablar de un programa competitivo, cuyos beneficiarios lo son por sus muchos méritos.
La cuestión no es qué es lo que pretende la SGU, sino qué se han tomado en la SGU.
No hay comentarios:
Publicar un comentario