miércoles, 14 de mayo de 2008

Cómo el Ministerio potencia la fuga de cerebros


Otro post a cuenta del nuevo Ministerio de Ciencia e Innovación (MICINN). A propósito, como si la ciencia no innovase... ah, que si no incluían innovación sólo podían poner tres letras en el acrónimo, vale, vale, dónde vamos a parar, un ministerio abreviado a sólo tres letras, por favor.

Pero no es mi propósito ser destructivo. Aunque tarde, propongo el nombre de Ministerio de Ciencia Básica y Aplicada (MICBA, más pronunciable y todo). Aunque MICBA suena a soviético y... no, probemos Ministerio de Ciencia y Tecnología (MICITE). Ahhh, que ese era del régimen... estoooo, gobierno anterior (a todo esto, ¿y si lo llamamos Ministerio Guadiana? —una colleja a quien no lo pille). Venga, Ministerio de Investigación y Ciencia; aunque es un poco redundante, la investigación produce ciencia, pero mejor redundar, no sea que alguno vea en ello la imbestigación promovida desde ciertos sectores. Y el acrónimo a escoger, cortito (MIC) o largo (MINVICI).

Perdón por la digresión, pero no me podía aguantar más (acepto más propuestas en los comentarios). A estas alturas os estaréis preguntando de qué iba este post. Ahora voy al tema.

La Dirección General de Universidades (DGU) del Ministerio de Educación y Ciencia (Educación y Cultura durante el PP), que ahora depende del MICINN, ofrece desde hace tiempo becas para que investigadores con el título de doctor realicen estancias largas en el extranjero. Básicamente, si eres doctor y te interesa estar de uno a dos años investigando fuera, optabas competitivamente a este programa. Competitivamente significa que tu CV y otros requisitos menores (proyecto de investigación, calidad del centro receptor, etc.) se enfrentaban con los de otros candidatos, y los mejores (unas 350 becas anuales) obtenían la beca. Pagos mensuales más o menos generosos dependiendo del país, pero por los que ni cotizabas ni recibías ningún tipo de prestación social (bueno, todos sabemos lo que es una beca... y lo que habría que hacer con los que ofrecen becas por trabajo, huy, se escapó).

Desde hace tiempo (véase Real Decreto 63/2006) no se puede becar a doctores en toda España. ¿Toda? No, la DGU aún resiste a los vientos de cambio que vienen soplando más o menos desde mediados del siglo XIX, en cuestión de tratar a los trabajadores como tales (nimiedades como que reciban un sueldo regularmente y tengan cierta cobertura social). Resulta que como sus becarios doctores están en el extranjero, no hay nada que hacer. Vamos, que aunque la DGU esté en suelo patrio y sus sufridores becarios tengan pasaporte hispano, no se aplica lo de contratarles... o eso parecía hasta hace nada, porque parece que ahora sí. Y no creo que las demandas judiciales hayan tenido nada que ver, claro que no.

Pero no voy a quejarme de este tema, en otros foros se está tratando suficientemente bien. El problema que voy a abordar es el propio concepto de este programa, que me parece completamente equivocado.

Porque desde fuera, desde el punto de vista de un ciudadano cualquiera, el programa postdoc de la DGU-MICINN está tan mal diseñado que va completamente contra sus principios.

Para ello, comencemos por los objetivos del programa. Si miramos la convocatoria, vemos que en el prólogo se indica:
Esta convocatoria persigue primordialmente que los jóvenes doctores, una vez concluida su etapa formativa de tercer ciclo, tengan la oportunidad de acceder a un periodo de perfeccionamiento y ampliación de los conocimientos adquiridos durante la etapa predoctoral; al mismo tiempo, se pretende fomentar la movilidad de ese grupo con destino a centros extranjeros, y excepcionalmente españoles, de elevado prestigio académico e investigador. Al regreso de esta estancia, cabe esperar que los participantes en este programa hayan adquirido una formación adicional de especial solidez, por lo que se hallarán en una posición ventajosa para el ejercicio de su actividad profesional, en su doble vertiente docente e investigadora.

Centrémonos en la parte final: "Al regreso de esta estancia". Esta frase es crucial.

Imaginemos a un joven doctor que consigue una beca de este programa. Allí lo tenemos, en un centro de prestigio, cobrando de una beca que muchas veces se paga a destiempo, que sólo le garantiza una cotización mínima a la Seguridad Social, sin prestación por desempleo (y no tener derecho a paro, cuando es posible que tras la beca estés un tiempo sin cobrar, no es moco de pavo), y sin perspectivas claras de que pueda insertarse en el oxidado y maltratado sistema de investigación español. A su alrededor, instalaciones de primera, un entorno donde se valora al inteligente y trabajador, y no al más pelota, al sobrino o al que "cae bien". Donde sus compañeros cobran bastante, pero bastante más, y donde tener el título de Doctor vale mucho, en la investigación, en la empresa privada y para la sociedad en general.

¿Alguien habló de regresar? Pues sí, la mayoría, incluso teniendo excelentes oportunidades y ofertas en el extranjero, quieren volver a España. A contribuir con lo que han aprendido y trabajar por el avance de la I+D patria.

Y a pesar del propio programa postdoc del Ministerio.

Efectivamente, a pesar del propio programa. Porque su planteamiento, pagar a los investigadores dos años en el extranjero y que se vuelvan, está bien para programas de incentivación de la movilidad, como el de Movilidad del Profesorado Universitario o el José de Castillejo. Pero es que estos programas son para investigadores ya contratados en centros españoles. Es decir, investigadores que cobran de sus centros (directamente o mediante diversos programas), que reciben un dinero extra sin interrumpir sus contratos durante la estancia y que, al acabar ésta, vuelven a su centro de trabajo.

Los investigadores becados por el Ministerio no tienen dónde volver, y tenemos dos problemas:
  • Primer problema: dos años no dan para mucho en investigación, y la mayor parte de la gente apenas está empezando a publicar sus resultados en el segundo año. Pero es en ese segundo año cuando hay que buscar un nuevo puesto. La calidad de la mayor parte de estos investigadores es indiscutible, pero no hay duda de que un año no es suficiente para que uno pueda demostrar lo que ha hecho.
  • Segundo problema: ya lo he mencionado, en ese segundo año hay que buscarse la vida. Hay que realizar contactos, preparar solicitudes a otros programas (que posiblemente se resolverán cuando la beca haya acabado... meses en el paro... sin cobrar prestación ¡porque la beca no ofrece cobertura!).
El programa postdoc del MEC se vuelve contra sí mismo: se amenaza el rendimiento de los investigadores al menos durante la mitad de su estancia, y no se hace nada para facilitar la vuelta. Sólo se cuenta con una bolsa de viaje, autorización mediante, para realizar una estancia por año en un centro español, y un mes como mucho, "con el objeto de reforzar y promover la formación de grupos de investigación, especialmente entre los países de la Unión Europea".

No hay acciones explícitas dentro del programa para potenciar que los investigadores en el extranjero contacten y colaboren con grupos españoles, con la vista puesta en su posible incorporación a ellos.


He aquí cómo dejamos a estos investigadores, abandonados por el Ministerio en tierra extranjera, con sólo dos años para llevar a cabo un proyecto de investigación decente, y condenándoles a gastar tiempo buscando otro puesto de trabajo el segundo año. El que estos investigadores vuelvan (o lo intenten, al menos), a pesar de este programa, es algo que merece agradecimiento nacional.

El programa postdoc del Ministerio, tal como está planteado, es un absurdo desperdicio de talento, de recursos y una burla a los investigadores y a los propios contribuyentes.

Ya he destruído el programa posdoc del MICINN (destruído, que no deconstruído; eso se lo dejo a gente menos barbarizada que yo). Pero no lo dejaré así. La crítica destructiva a veces es necesaria, pero no se debe dejar sola. Próximamente: he aquí cómo debería ser (según yo mismo).

Nota: esta historia incluye una demanda judicial de los investigadores de este programa contra el Ministerio; más información aquí.

No hay comentarios:

Publicar un comentario