miércoles, 4 de junio de 2008

El programa postdoc del MICINN: una propuesta

El programa postdoc del ministerio (de educación, ciencia, innovación..., lo que toque en cada legislatura) es el paradigma de convocatoria obsoleta. Fue creado en una época en la que había que mandar gente fuera como fuese, tal era el panorama de la I+D española, y si no era fácil regresar... bueno, con pocos que consiguiesen regresar y conseguir un puesto de investigador, ya se consideraba amortizado el gasto del programa.

N. B.: ¿por qué era tan complicado regresar? No tanto porque no hubiese sitio, sino porque las plazas permanentes eran copadas por los favoritos de turno, que no necesitaban ni marcharse fuera. Con seguir haciendo la pelota al catedrático de turno, tarde o temprano caía la plaza.


La propuesta para la modernización de este programa no vale nada por sí sola. Recomiendo leer mi post anterior sobre el tema, si es que no se ha hecho aún. No obstante, valdría la pena mejorar esta convocatoria en concreto, por su significación.

Cabe destacar que en este momento hay convocatorias postdoc en España que superan a la del ministerio. Por ejemplo, en Galicia se ofrece el programa "Ángeles Alvariño" (¡gracias Lidia!). En este programa, los grupos de investigación ofertan plazas con cierto perfil, y los beneficiarios del programa (que es competitivo) eligen las plazas que se ajustan a su perfil (tres, en orden de preferencia). Pues bien, una de las condiciones del programa es que el postdoc realice como mínimo 24 meses de estancias fuera del centro de destino (se complementa con una bolsa de viaje). El programa es flexible en esto: se pueden contar estancias anteriores, o bien se puede estar fuera hasta los tres años de contrato que ofrece el programa.

Esta propuesta es el producto de un largo debate entre diversos miembros de la FJI/Precarios en su lista estatal (aquí, los mensajes de la discusión). La verdad es que ha sido un debate muy interesante (y aún puede dar más de sí), y recomiendo echar un vistazo a los mensajes. Voy a presentar dos opciones, una resultante de un hilo del debate que abrí yo mismo, y otra más similar a la planteada por el programa "Ángeles Alvariño".

Ante todo, una convocatoria competitiva dirigida a financiar el sueldo de un investigador debe ser:
  • Abierta y transparente. Es decir, la convocatoria debe informar de los métodos y criterios de evaluación, y deben hacerse públicos los resultados de tal evaluación; cada candidato debe tener acceso a los resultados, detallados y razonados, de su evaluación.
  • Meritocrática. Es decir, no vale que se tenga preferencia por determinada nacionalidad o por haber estudiado en un sitio determinado (salvo que el prestigio del centro lo valga).
  • Flexible. Si bien se pueden poner condiciones en cuestiones de movilidad, fechas de incorporación al centro de trabajo, interrupciones de la actividad, etc., estas deben ser siempre flexibles.
  • Y debe asegurar que el investigador reciba todos los beneficios de cualquier otro trabajador.
Siguiendo estas directrices, y, asumiendo que el objetivo del este programa fuese (invención propia):
Incentivar la movilidad de investigadores que han concluido recientemente su etapa inicial, financiando su sueldo mientras realizan su labor en en centros y grupos extranjeros altamente reconocidos en sus respectivas áreas, y que los conocimientos y experiencia sean aplicados en centros españoles, con el objetivo de mejorar el nivel y la competitividad del sistema español de I+D.

Pues obviamente hay que realizar mejoras profundas. Vamos a por ellas en una primera propuesta:
  1. Contratar. Parece de cajón, pero hasta ahora se daba una beca, se contrataba un seguro médico privado y a despreocuparse del tema. ¿Quién contrata? Lo menos complicado sería que contratase una fundación dependiente del Ministerio, ahora mismo, la FECYT. De esta manera nos evitamos problemas que surjirían si contratase un centro de investigación o una universidad española. Aunque tampoco habría que poner pegas si los centros extranjeros se ofrecen a contratar, siempre que se aseguren los beneficios sociales y que las cotizaciones sean fácilmente transferibles al sistema de Seguridad Social español.
  2. Asegurar que el investigador tiene un estátus adecuado en el centro extranjero. Es decir, que tiene las mismas oportunidades e independencia que un postdoc nativo.
  3. Ampliar la duración del programa: el programa postdoc del MICINN sólo paga dos años en el extranjero. Dos años no es mucho tiempo cuando uno tiene que desarrollar un proyecto de investigación, y más aún si se dedica a otras cosas (docencia, solicitud de proyectos, otras actividades paralelas a la investigación). Y además, el segundo año va a estar dedicado en parte a buscar otro medio de sustento para el siguiente año. Entre unas cosas y otras, menos tiempo para el trabajo.
  4. Esta ampliación se podría realizar permitiendo una ampliación de hasta otros dos años, concedida previa evaluación de la actividad anterior.
  5. En cualquier caso, cada contrato debería llevar incorporado un año de financiación para ser contratado por un centro español (de nuevo, previa evaluación positiva, tanto del investigador como del centro*). De esta manera, el sistema de I+D español empezaría a aprovechar la experiencia de este investigador. Otro objetivo fundamental de este año sería que se reforzasen los vínculos con el grupo y el centro español, con el fin de asegurar su continuidad. Por supuesto, el investigador tendría la consideración adecuada en el centro, de acuerdo con su actividad y experiencia, así como para pedir proyectos, etc.
  6. Durante toda la estancia se facilitaría el contacto del investigador con grupos españoles (por ejemplo, mediante la creación de redes). Además, habría que mejorar la opción del programa para realizar estancias en España (actualmente, sólo un mes por año y con una exigua bolsa de viaje). Esto permitiría al investigador entrar en contacto con uno o varios grupos españoles y poder considerar la idoneidad de unos y otros para su incorporación futura.
Y, hecha esta primera propuesta, vayamos a por la segunda:
  1. La mayor parte de lo dicho para la primera propuesta cabría también en el concepto de esta otra.
  2. La mayor diferencia está en que el núcleo principal se basaría en el "Ángeles Alvariño". El investigador sería contratado y trabajaría en un centro español*. Sin embargo, debería cumplir un período mínimo en un centro extranjero de prestigio. Para ello, el programa se acompañaría de bolsas de viaje. Estas estancias podrían realizarse en cualquier momento, no necesariamente desde el principio del programa.
  3. Las estancias servirían para desarrollar uno o varios proyectos del grupo de investigación español (sin objeción a que el investigador solicite o participe en otros).
  4. La duración del contrato podría ser flexible, como en la primera propuesta. Una buena opción serían tres años, ampliado a uno más si se considera necesario. Igualmente, podría establecerse un período de estancias en el extranjero de dos años como mínimo, aunque se podría justificar un período menor, o ampliarse al menos un año más.
La gran ventaja de este sistema es que desde el primer momento un proyecto español se beneficia de la experiencia adquirida por el investigador, y puede llegar a ser más flexible que el anterior. De hecho, este programa se parece mucho a la combinación del programa Juan de la Cierva, para realizar el postdoc en España, con el programa José Castillejo, que financia estancias en el extranjero a jóvenes investigadores contratados en España. Las particularidades de nuestra propuesta son que las bolsas de viaje ya van incluidas en el programa, y que el objetivo es que estas estancias ocupen casi todo el período del programa.

En cualquier caso, no nos olvidemos de lo que mencioné en mis entradas anteriores: por muy buena que sea una convocatoria, de nada vale si no solucionamos los múltiples problemas del sistema investigador español.

A opinar sobre el tema.

* En esta evaluación, se debería considerar negativamente que el centro fuese aquel en el que el investigador realizó su etapa inicial y/o su tesis doctoral. La endogamia es un problema muy importante en España, y aún hay una desagradable tendencia al favoritismo por motivos personales y no de mérito. En general, hay una relación muy estrecha entre el crecimiento de la endogamia y la "vuelta" al centro de tesis, y muy poca relación entre este hecho y la calidad del centro o de grupo de tesis. Sin embargo, no creo que las medidas coercitivas sean razonables. Considerando este hecho en la evaluación, sin descartarlo previamente, sería razonable la contratación en el centro de tesis si se presenta como evidente la singularidad o la alta calidad del grupo receptor en el área correspondiente, dentro de la I+D nacional.

1 comentario:

  1. Son dos posibilidades a tener en cuenta, aunque seguro que hay otras muchas que son infinitamente mejores al sistema actual de postdocs (tmabién extensible a JdC y RyC). Lo que está claro es que en este país, la investigación tiene un problema estructural, y dificilmente vamos a llegar al nivel de nuestros vecinos europeos si no se produce un cambio radical en el modo de pensar del Ministerio. Me temo que esto va a ir para largo...

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