viernes, 15 de mayo de 2009

Ley contra la precariedad y cómo se construye la sociedad de la educación y el conocimiento

Desde la FJI/Precarios hemos decidido apoyar a la proposición de ley que podría sacar de la precariedad a muchos investigadores, y llenar las arcas de la Seguridad Social con las cotizaciones que los ex-becarios de investigación nunca pudieron aportar. Entresaco de la petición:
La aprobación de la conocida como PL-A (Proposición de Ley de Andalucía) supondría que todos los titulados universitarios que desempeñen funciones de personal investigador quedaran inscritos en el Régimen de la Seguridad Social, gozando así de plenos derechos laborales. Además, la PL-A promueve la retroactividad en la cotización a la Seguridad Social desde 1998, lo que supondría el reconocimiento, para muchos, de los derechos que nos negaron en su momento.
Para leer la petición completa y apoyarla con tu firma, dejo aquí el enlace:
http://www.petitiononline.com/PLAFJI/

Aclaro que este apoyo no tiene carácter jurídico vinculante, pero unos miles de firmas tienen mucho peso, especialmente porque los partidos saben que vienen de posibles votantes. Más motivo para firmar, sabiendo que tanto PSOE como PP quieren recortar la Proposición de Ley, dejándola sin contenido, y, de paso, prolongando la agonía de las becas de investigación. Y justo ahora que desde la Seguridad Social y el Ministerio de Trabajo nos dicen que hay que dejarse de becarios, que todos a cotizar o se acaba el invento.

Más sobre la PL-A en este enlace:


A propósito de política científica, me entero por El País que han empezado los recortes del presupuesto a los ministerios, y que el más castigado es, oh, sorpresa, el MICINN. Según El País:
El ministerio de Ciencia e Innovación lidera la tabla de reducciones: tendrá que recortar 289 millones en proyectos destinados a la cooperación con diferentes comunidades autónomas y también para empresas.
No hará una semana que volví a oir al Presidente eso de "construir la sociedad de la educación y el conocimiento". Obras, que no palabras, Señor Presidente.

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