domingo, 26 de mayo de 2013

La investigación en peligro: ahora el Programa I3

El Programa I3 (Incentivación de la Incorporación e Intensificación de la Actividad Investigadora) se creó, entre otras cosas, para facilitar la estabilización de investigadores del prestigioso programa Ramón y Cajal en centros españoles. El programa Ramón y Cajal concede contratos de investigador experimentado por 5 años, con evaluaciones el segundo y cuarto año. Desde 2005, en parte para suavizar la incorporación permanente de estos investigadores a los centros en los que trabajan, se añadió la evaluación I3 a la del cuarto año. Su superación permitía al centro disponer de una generosa subvención (sueldo por 2 años), a cambio de crear plazas permanentes para esos investigadores (contratado o funcionario).

Este año ha surgido un grave problema debido a la limitación de las plazas permanentes que los centros públicos pueden convocar, la famosa tasa de reposición del 10%. Esta tasa exige que sólo se pueda convocar una plaza permanente por cada 10 jubilaciones, y se ha aplicado a toda la administración pública sin tener en cuenta las peculiaridades de cada área.

Muchas universidades requieren una renovación de su plantilla con urgencia, pero la parálisis de jubilaciones anticipadas y la tasa de reposición las tiene paralizadas. Esto nos ha pillado a los Ramón y Cajal de quinto año, con evaluación I3 superada, en medio. El programa I3 exige que, para que el centro acceda a la subvención, las plazas sean permanentes y que se convoquen antes del fin del contrato Ramón y Cajal (para la mayoría, fin de 2013 o principio de 2014). Pero Hacienda está recurriendo toda plaza permanente que convocan las universidades, con lo cual tenemos la pescadilla que se muerde la cola. Excepto en unos pocos centros que tienen plazas disponibles (universidades grandes con mucho profesorado que se ha conseguido jubilar recientemente), y que las han dedicado a los I3 (parece que algunas están aplicando criterios más de antigüedad que de mérito), no parece haber más solución que convocar interinidades (que no dejan de ser parches) y perder la tan necesaria subvención.

En esta situación, los I3 hemos creado un foro para intentar desbloquear esta situación. Si estás afectado o te interesa y quieres ayudar, esta es la dirección:
https://groups.google.com/forum/?hl=es&fromgroups#!forum/investigadoresi3

Pego abajo una carta al director que el Vicerrector de Investigación de la Universidad de León acaba de mandar a El País:
Ahora que se está hablando sobre los investigadores españoles y su “destierro”, quiero poner de manifiesto la amenaza que se cierne sobre el programa de Incentivación de la Intensificación de la Investigación (conocido como programa I3), que permite la estabilización en puestos de trabajo permanentes de los investigadores que finalizan su periodo de disfrute de la ayuda Ramón y Cajal.
El programa I3 concede una ayuda económica a las universidades para crear plazas de profesor investigador destinadas estabilizar, mediante un concurso público de acceso, a los Ramón y Cajal que se encuentran en el último de los cinco años. Esta ayuda debe solicitarse y aplicarse obligatoriamente en ese último año y solo para estabilizar investigadores que hayan pasado una evaluación de su rendimiento en los cuatro años anteriores (acreditación I3). En caso contrario, la ayuda se pierde definitivamente.
El Ministerio de Hacienda está aplicando a esas plazas el mismo tratamiento que a otras plazas de funcionario o contratado según lo dispuesto en la Ley de Presupuestos Generales, que impide su creación en el sector público durante 2013 (¿y quizá en 2014?). Esto significa que las universidades no pueden crear las plazas para los Ramón y Cajal y se pierde la ayuda I3.
Así, en este año, los investigadores que acaban su periodo no podrán ser retenidos en las universidades españolas y, tras el gasto de una ingente cantidad de dinero, se verán expulsados del sistema español público de Ciencia y Tecnología. Por favor, ¡evitemos otro derroche de dinero y de talento!— Alberto J. Villena.

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